lunes, 2 de agosto de 2010

Sonido

La voz palpita, ansiosa,
tras las regias paredes
y comienza su andar de onda
por el trecho que prevé
mi oreja y, mi oído toma
sin pedir permiso, esa voz,
que... ahora... 
vuelve a deshilacharse y,
que vibra por todo el pabellón
en el impávido silencio.

3 comentarios:

  1. Hola, me pasaré bastante a menudo por tu blog. La verdad es que me da una poco de envidia porque yo soy incapaz de expresarme por escrito con tanto arte, jajajja(no creas, no soy nada envidioso, por suerte). Se ve que tienes una gran sensibilidad artística.

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  2. Diría que es muy bueno.

    Con todo, perdóname. Soy de los que echan ketchup a cualquier cosa.-

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  3. Preciosa descripción, como nuestro cerebro almacena temporalmente una voz, un sonido, y luego se olvida tan rápido como vino a nuestro oído...

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