En la cascada me adentraría, se adentraría el pálido aliento, la descripción bajo su fuero, empiece por decirle adiós al tedio, eterno. Se fue, se ha ido. Muerte. No es difícil su renuncia en tus sueños, inerte. No puedes, no puedes evadirlo. No puedo comenzar el fin y el silencio al unísono. No puedo... desperdiciar el tiempo en un mero hecho, en la ausencia fútil del silencio.
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