sábado, 1 de diciembre de 2012

Luz

Oh, te amo soledad.
Pero por qué me cuesta tanto 
mirarte a los ojos,
por qué me cuesta tanto
sonreírte infinitamente
por qué no optamos
por decirnos la verdad.

Será que ya no te amo
o que quiero creer que nunca fue así
será tal vez que no estamos
ni en la misma dimensión
ni en el mismo espacio.

Mi respuesta sonará arbitraria
pero sé que ambos anhelamos
nuestro próximo reencuentro.
 

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