Me siento tan mal por mis necesidades y mis sentimientos. Años llevando esta pesada carga, buscando métodos para poder sobrellevarla mejor. Ahora me vuelvo a ver, como todas las noches, delante del espejo, sola... Y me vuelvo a contemplar otra vez más sola como siempre me he visto. Y no representa nada negativo el hecho, ni tampoco nada positivo. Así es, así ha sido. Pero aguarda el sentimiento de que todos los caminos recorridos han sido en vano. Tampoco me importa mucho si ha sido así, no es algo que pueda alterarse. Pero, ¿para qué?... Esta resistencia me impulsa a ceder... ceder una y otra vez... silenciarme sin pausa, aborrecer las palabras para siempre.
Remordimientos por no ser feliz.
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