Huele fragmentos de otoño en el tardío y distante verano. La lluvia que no ha cesado irrumpe en medio de los rayos de sol que atraviesan sus pupilas.
- Y esto es todo. - Le murmura a sus oídos.
La brisa le brinda una tibia, casi cálida, respuesta. Era lo mínimo que esperaba. Vaya. Está escrutando sus sombras, el sol es el culpable de que existan tantas y no sepa por cuál decidirse. En la oscuridad las cosas se simplifican. Fueron reiteradas y eternas las veces que divagó por las estructuras de sus últimas creaciones, los bocetos inacabados, demacrados por sus propias manos, ensuciados por la poca tinta que le quedaba. Fueron todos ellos hechos trizas, arrojados a la basura. ¿Por qué ahora concurrían pisadas..? ¿Por qué, de repente, cesaron? El silencio aconteció...
- Ven... - Una voz repiqueteó ese monosílabo en su interior, pero sabía que no era suya, bajo ninguna circunstancia podía ser suya...
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