- Sólo escuchas canciones depresivas y dices cosas deprimentes.
-No, no es así.
-Suicídate entonces si tanto odias el mundo.
-No lo odio.
-¿Ah, no? ¿Y por qué dices esas cosas?
-Porque es lo que pienso.
-¿Cómo puedes pensar 'así'? Deberías sentirte contenta por estar aquí con nosotros.
-No puedo. No les odio, pero ustedes me aburren.
-¿Por qué? Y tú nos deprimes.
-Lo siento. No era mi intención, sólo veo arcoiris dentro del mundo. No sé.
-Estamos hartos de tus palabras, mejor no hables. Cállate y déjanos ser felices.
-Desde luego lo haré, el desconocimiento fermenta la felicidad.
-Déjate ya de tonterías y venga... pásalo bien. Sonríe, vamos.
-Vale. Lo intentaré. Sonreír y callar... claro, claro... Eso es lo que haré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario