(Omitido.)
Tú, tu prorrumpido vertido,
líquido pastosos que en mis dedos pese
y sé que me dirás, acólito y famélico,
con el nácar boquiabierto sobre las paredes
que la humedad del absurdo no tiene sentido.
Entonces tu fluorescente cabello
reposará en la pradera de lirios,
melancólicos y perdidos,
depositándose el excedido viento
y su aroma enmarañado arrancándole al zumbido
de la lengua y de la miel
un beso.
(Omitido.)
Je! Ese principio da mucho que pensar xD
ResponderEliminarPrecioso.
ResponderEliminarEra.. (¡Mis labios ríen! ¡Mis labios temen!). Pero no sé, lo quise omitir. Gracias por leerme.
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