sábado, 21 de abril de 2012

Oh, tristeza, ven. Abrázame. Quiero ofrecerte todo el calor de esta dichosa melancolía.
Las piezas no se arreglarán... y caeremos como ellas, suavemente, una a una.

1 comentario:

  1. No habrás tenido que suplicarle dos veces. La tristeza es una señorita que siempre busca a quién arrimarse. Sorprendentemente fiel.

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