viernes, 25 de junio de 2010

Viejillo

Arranca el motor del coche
se dirige por la autopista
para llegar antes de la noche
con aquel tipo, a su cita
ese que habría de pasarle su vida,
su necesidad enfrascada.
Claro está, ha llegado
y se pone a la espera
Él viene y se deshace en evasivas
tras los ruegos, a cambio
de su voluntad propia
deja caer a sus pies las palabras
y que sucumba el silencio.
Pasan las lágrimas
y también los acontecimientos.
Se embarca al otro mundo
terriblemente decidida.
cuando él se marcha.
Sabe que hay muchos peros
que su pasión se difumina
y logra olvidar el atisbo de vidas
que la noche consume
mientras los pensamientos olvida.

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