sábado, 27 de noviembre de 2010

Encaja

Las piezas del puzzle están oxidadas, roídas por las mismas ratas. Falta una, faltan dos... ¿cuántas faltan? Es un puzzle encajado por millones de piezas... falta ver en la imagen que aparece un rostro.. ¡tan solo uno!... el rostro de un fantasma. Empero se encuentra en lugar recóndito, alejado en una zona foránea para el público, un  pequeño puzzle, una sacudida.... una terrible sacudida, parálisis ante tal rompecabezas. ¡Tiene tan pocas piezas... tan pocas...! Y a la vez parece que el tiempo le da magnitud, un tamaño abismal, parece que... que... ¡que se expande!
Es increíble que no puedan encajarse todas, tienen una forma extraña, una especie de clave, un enigma por resolver para que adquieran la verdadera figura con la cual será posible ensamblar las piezas... Y dime...¡cómo voy a resolver el enigma...! ¿Dime, por favor, cómo? ¿Cómo atisbar la lucidez necesaria para reagrupar números y letras, descubrir una palabra, acertar un acertijo...?
¿Acaso lo sabe usted? ¿Acaso no será viable dejar que las largas horas transcurran desesperadamente sin hallar respuestas? La incógnita se ve alterada a medida que las palabras se conjugan y cambia el rumbo del camino, empezando a adquirir relieve. Hay cientos y cientos de claves que se mueven a cada día que pasa... pero hay un momento en el que existe una ínfima posibilidad de descifrarla, el momento en el cual... la plena luz sea capaz de cegar los ojos, pudiendo tan sólo escuchar una leve voz, un pálpito interior susurrando en los oídos. Ese hálito -suave respiración- sabrá la respuesta, a pesar de que sea demasiado tenue para poder ser apreciada por cualquiera... habrá quienes se empeñen en oírla, y habrá alguien capaz de rozarla y aferrarla a su propia alma,  capaz de vislumbrar, de escrutar a esa inerte voz... Y entonces... una nueva pieza podrá encajar.
Para ti V.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Obviedades

Qué bonito, Romeo y Julieta
Una historia perfecta
Imposibilidad de llevar
A una real vereda
Tanto amor y tanta marea
Vayamos a pensar
Que su familia no acepta
Una relación de pareja
Entre él, entre ella...
En estos momentos...
Qué más da todo ello
Qué más da ese pasatiempo

sábado, 20 de noviembre de 2010

llk

No puedo verlo
¿dónde se halla?
¿dónde está?
¿tanta ausencia?
¿tanto crepitar y...
tanta lluvia?
su repiqueteo me hipnotiza
los ojos cerrar
y volver a soñar
¿estoy, estás, estamos?
¿por qué nos alejamos?
¿por qué nos acercamos?
¿para qué hablar?
¿para qué hablamos?
¿sentir satisfacción...
por la carencia de una continuación?
¿ansiar otra repetición...?
¿sentir, ver, valorar...?
¿todo para...?
para... pa.. para.. nada...

Simplify

I can't forget your eyes looking through my eyes
I can't afford these beautiful words
As tears were falling I drew...
a paint with fascinating beauty
I'm still waiting for...
Dreaming about artificial reality
However.. I'll be able to smile and go...
Far, far away from all with enough pain
And, at the end, I'll fade out again...

lunes, 15 de noviembre de 2010

Inicios narrativos pueriles

Que muera, que muera, gritaban en la plaza. Estaban a punto de colgarle y nadie había sido capaz de arrebatarle la máscara. ¿Qué se escondía tras ella? ¿Acaso tan pavoroso podía llegar a ser?

Inspiraba sus últimas moléculas de oxígeno atreviéndose a sonreír, incluso hasta a burlarse de todos ellos soltando una sonora carcajada. Inopinadamente se inició una lluvia abrupta y la multitud, perpleja, agarrada con todas sus fuerzas a sus huesos, comenzó a marcharse corriendo como ráfagas. Al final apenas quedaron los verdugos y el acusado de tal calamidad con su férrea actitud y aquella máscara.

- ¿Qué hacemos? ¿Lo colgamos, no?
- Claro que sí, no seas tonto.

Se dispusieron a ello sosteniéndose con una actitud pretenciosamente serena, se dirigió con pasos lentos el verdugo hacia la víctima enmascarada, poco a poco caminaba... pero... sucedió algo fuera de lo previsto. Sus zapatos resbalaron con el húmedo suelo, atisbó las nubes y el cielo intentando alcanzarlo con los dedos, no pudo efectuar su certero cometido. Ya no estaba el cuerpo del acusado presente, entre tanto revuelo no sé sabe cómo pero logró desvanecerse dejando como huella su máscara. Ahora bien... la lluvia parecía arreciar... Las mentes estaban demasiado obsoletas como para elucubrar teorías sobre su desaparición o para meramente poner en práctica su búsqueda, qué más daba eso en aquellos instantes. Además de que el público se había escarmentado, los dispuestos a presenciar su muerte empezaron a dispersarse por el lugar quedando completamente abandonada el área y la máscara en el suelo.

Pasaron tres días en los que la tormenta no cesó, las gentes aglomeradas en entornos cálidos, el enmascarado desaparecido... Decían que llevaba esa máscara para que nadie lograse verle el rostro, y mucho menos sus ojos, su encarnada y penetrante mirada decían que era capaz de petrificar a cualquiera del impacto, provocaba una breve parálisis verbal, una sorpresa realmente magna para unos cristalinos ojos.. Suponían que él provocaba miedo, esto lo creían muchos, no todos, pero muchos hacían efecto sobre él, él tenía miedo de lo que muchos creían pues esto le conllevaría problemas y desembocó en ellos... quisieron ahorcarle y consiguió librarse. El pánico a "ver lo que llevaban dentro" se generalizó, al fin y al cabo el motivo de la máscara era este mismo: evitar el pavor a su supuestamente escrutadora mirada. Él mismo lo veía patético, por más que vislumbrara luz en aquellas evanescentes almas, esta misma luz comenzaba a carecer de lucidez pocos segundos después y ahí es cuando se percataba de que era otro rostro más de nada. Ideas estandarizadas, reiteración modernizada del pasado y del futuro. No se sentía demasiado cómodo rodeado de tantas mentes vacías, esta era una de las razones de la máscara: no serviría de nada volver a intentarlo, desechaba sus idealizaciones, no lograría encontrar seres que pudiesen comprenderlo lo mismo que él vislumbraba. Así pues, cuando supo que el miedo había llegado a tales extremos y supo que querían ahorcarle no se inmutó, tarde o temprano lo harían. A su pesar su racionalidad se desviaba perpetuamente de sus emociones, la esperanza le prohibió dejarse caer hasta tal punto, no toleraría morir de una forma tan tonta, si acaso él decidiría el mismo día de su muerte, y desde luego no sería el día fijado.

Logró zafarse de todo ello. Logró ir muy lejos... Hacerle un par de modificaciones a la máscara, para variar se fue de viaje por los primeros lugares que se le pasó en mente. No es que conociera a demasiada gente, solía mirarlos escrutadoramente, solían ofrecerle evasivas respuestas, solían temerle a dónde quiera que fuera. Si alguien hubiese querido retirar aquella máscara... tal vez... el miedo se habría evaporado o se hubiera visto exponencialmente incrementado. Y si tal vez alguien se hubiese preguntado: ¿qué se esconde tras la máscara? Y si esta misma pregunta le hubiese llegado a él... tan sólo... solamente... su cuerpo se hubiera petrificado durante un instante... o quizá para siempre.

domingo, 14 de noviembre de 2010

...

Otro día más... soñando...
Confiando en que...
Vaya a estar a mi lado...
Su pensamiento volando...
Tan, tan... desesperado
Otro día más soñando...
Con esos labios rozar...
Y todo... todo para...
¿Algo...? ¿Para nada?
Llevo la cuenta pavorosa
De los días pasando
¿Podré controlar el impulso...
podré cambiar algo?
¿Podré volver a llorar en vano?

jueves, 11 de noviembre de 2010

No sé

Esto no sería esto si.. de pronto me preguntase: ¿pero qué es esto?
Todo lo cambiaría o nada. Realmente los 'todo' y los 'nada' nunca me han agradado demasiado, y mucho menos los 'siempre'. No. Los 'no sé' son más agradables al oído, un 'quizá', 'tal vez', 'puede'. Esa indecisión súbita e incontralablemente atractiva es casi como un susurro, un aterciopelado roce de las yemas de los dedos que produce hasta un leve cosquilleo. Y si bien... el elevado grado de indiferencia que esto conlleva le supone un gélido desagrado a los otros, hasta a mí misma... no podremos evitarlo, inopinadamente acude a nuestras mentes, casi en todo momento, ante tanto desconocimiento. Ante el mismo miedo a la ignorancia pretendemos solucionarlas con respuestas inconexas, erróneas, con fruslerías inacabadas, ante el mismo descubrimiento de lo poco que sabemos hacemos un ligero movimiento de hombros y nos conformamos... inexorablemente a ello. Nos habituamos a vivir así, a hacer una mera representación de nuestras vidas con objetivos superfluos y perpetuos que tan sólo rascan la superficie del iceberg... pero... ¿acaso no es demasiado peligroso llegar hasta el fondo? ¿Se congelarían nuestras almas si fuera así... si buceáramos metros y metros sin tocar su indefinido final?
Tantas preguntas... tanta escrutación parece generar un malestar general, una náusea a algo que no podrían cargar sobre sí mismos, a una pesada carga (Das schwerste Gewicht), a un real temor.... ¿Qué podría suponer tener una información perfecta sobre la situación... manejar lo que le sucede a la otra punta del planeta aunque no nos interese lo más mínimo? ¿Y si esta información se injertara en nuestros cerebros durante nuestro tan apreciado sueño? Tal vez llegaríamos a la locura, tal vez retornaríamos a la ignorancia y carencia de empatía...
Tal vez... ni un lúcido atisbo de pregunta tal como ... ¿pero qué esto?... ocuparía ni un vestigio de nuestro tiempo... tal vez sería mejor perderlo... en respuestas fabricadas a base de vacío...

lunes, 8 de noviembre de 2010

Labyrinth

Durante mi somnolencia los párpados se abren
Vislumbro una salida producto de mi imaginación
Me encuentro perdida en el laberinto, y con voz grave
Grito en el aislamiento de mi exasperación...
Por huir de este críptico momento
A mi pesar quiero adentrarme
Más y más... indagando en el conocimiento
Pretendo borrar mi ignorancia
Cuanto más lo intento más me pierdo
A mis espaldas las puertas se difuminan
Y no, si hallo un final será un comienzo
Antes de rozarlo precipitaré en el abismo
Me perderé en la cadencia de la melodía de nuevo
Cada vez más en las profundidades del laberinto
Sólo queda preguntar... ¿qué pienso?

viernes, 5 de noviembre de 2010

Nada interesante

En medio de la ausencia
no veo rostros,
no veo caras..
que me digan un sí,
que impriman en su mirada
un sentimiento..
Quiero... volver al comienzo...
Pero quiero... retornar al final..
¿Decidir? Nunca eso se hizo para mí...
Y por lo visto, no soy la única...
Ser la hora tan dramática,
el momento tan perfecto...
para estar aquí...
perdiendo el tiempo...