martes, 27 de diciembre de 2011

División

Entró al café repentinamente, no había puesto mi sistema en alarma y sus ojos cayeron sobre mí con una rapidez deslumbrante. Mis dedos comenzaron a temblar inexorablemente, apenas pude sostener el bolígrafo.
- No tiene por qué detenerse, siga, siga escribiendo.
Ya se había sentado frente a mí, sin que pudiera ahuyentar a tiempo a las sillas.
- Bi..bien... ¿Qué haces aquí?
- ¿Qué sentido tiene para usted escribir?
- ¿Qué sentido tiene para usted leer?
- Aprendo.
- Me alegro. Y si.. sus labios insinúan otra pregunta la respuesta es ninguno. Nada, ¡nada!
- Cálmese, por favor. 
- Entonces váyase. No hay salida, da lo mismo que yo escriba, que yo lea, que lea para, que escriba para. Sólo sufro una liviana satisfacción al sentir correspondencia con otros que me lean, una especie de reciprocidad, pero esto no va a alterar la posición de lo que escribo. Ni hacia quien va. Estas náuseas no dejaran de ser banales, esta existencia no dejará de serlo. Inclusive estallar sería inútil.
- De acuerdo.
Su mirada se suspendió un intervalo de segundos -míseros, por lo demás- en el diario que yo sostenía entre mis manos, y luego voló por todo lo que se hallaba a mi alrededor, como buscando otra víctima: alguien a quien condenar con sus preguntas. Mientras, mi respiración comenzaba un suave descenso a las entrañas de mi interior al mismo tiempo que mis párpados sellaban su última visión...

viernes, 23 de diciembre de 2011

Sólo me queda echarme a llorar...

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Viaje

Elisa se dirigió a su asiento y escrutó a todos los objetos de su nueva óptica, cada uno atento a un mero artífice humano, casi extasiados, desesperados. Los segundos se apresuraban, y a ella aún le quedaba mucho por hacer. Le estaba temblando la pierna izquierda y sentía la imperiosa necesidad de precipitarse contra la mesa o la pared, lo mismo le daba, debía parar aquello. Pero sabía que no podría, no en aquel momento, debía concentrarse, despejar su mente y ... ¡estupendo! Había un sujeto levantado, dirigiendo desde su ángulo el brazo hacia la mesa que estaba a punto de abandonar. Salió cuasi volando hacia el jefe de aquella magnánima obra de teatro para entregarle su apreciada conclusión. 
- Qué escueto. ¿Estás seguro de que me quieres entregar esto?
- No soy capaz de añadir más.
Y se largó, dirigiendo su mirada acuosa al resto del aula, como acusándolos de ser cómplices de aquella comedia. Ella ya no podía más, quería perseguir su sombra, marcharse con él y dejar de formar parte de la inmundicia, aunque de nada serviría. Todo el mundo le seguiría temblando bajo sus pies, como si tuviera que desprenderse de él, mudarse a otro por un tiempo indefinido. Y si era así... ¿por qué todavía se lamentaba en este? ¿No era hora de elevarse hacia el otro?
Plaf.

Hay una dicotomía entre pensamientos, ninguno se absorberá ni hará que el otro desaparezca. Lástima que perdura.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Clases de humanistas (Fragmento de La Náusea)

"Me interroga con la mirada; apruebo meneando la cabeza, pero siento que está un poco decepcionado, que quisiera más entusiasmo. ¿Qué puedo hacer? ¿Es culpa mía si en todo lo que me dice reconozco al pasar el plagio, la cita; si veo reaparecer, mientras él habla, a todos los humanistas que he conocido? ¡Ay, he conocido tantos! El humanista radical es particularmente amigo de los funcionarios. El humanista llamado “de izquierda” considera su principal cuidado velar por los valores humanos; no pertenece a ningún partido, porque no quiere traicionar lo humano, pero sus simpatías se inclinan a los humildes; a los humildes consagra su bella cultura clásica. En general es un viudo de hermosos ojos, siempre empañados de lágrimas; llora en los aniversarios. También quiere al gato, al perro, a todos los mamíferos superiores. El escritor comunista ama a los hombres después del segundo plan quinquenal; castiga porque ama. Púdico como todos los fuertes, sabe ocultar sus sentimientos, pero también, con una mirada, con una inflexión de vez, sabe insinuar tras sus rudas palabras de justiciero, una pasión áspera y dulce por sus hermanos. El humanista católico, el rezagado, el benjamín, habla de los hombres con un aire maravillado. ¡Qué hermoso cuento de hadas, dice, la más humilde de las vidas, la de un dockér londinense, la de una aparadora! Ha elegido el humanismo de los ángeles; escribe, para edificación de los ángeles, largas novelas tristes y bellas que obtienen con frecuencia el premio Fémina. Éstos son los primeros grandes papeles. Pero hay otros, una nube: el filósofo humanista, que se inclina hacia sus camaradas como un hermano mayor, y que conoce sus responsabilidades; el humanista que ama a los hombres tal como son, el que los ama tal como deberían ser, el que quiere salvarlos con su
consentimiento y el que los salvará a pesar de ellos, el que quiere crear mitos nuevos y el que se conforma con los antiguos, el que ama en el hombre su muerte, el que ama en el hombre su vida, el humanista jocundo, que siempre tiene una chanza, el humanista sombrío, que se encuentra de preferencia en los velatorios. Todos se odian entre sí, en tanto que individuos, naturalmente, no en tanto que hombres. Pero el Autodidacto lo ignora; los ha encerrado en sí mismo como gatos en una bolsa y se destrozan mutuamente sin que él lo advierta.
Me mira ya con menos confianza. 
—¿No lo siente como yo, señor?
—Dios mío...
Viendo su semblante inquieto, un poco rencoroso, lamento un segundo haberlo decepcionado. Pero él prosigue, amablemente:
—Ya sé; usted tiene sus investigaciones, sus libros; sirve a la misma causa a su manera.
Mis libros, mis investigaciones, imbécil. No podía hacer mejor plancha.
—No escribo por eso.
El rostro del Autodidacto se transforma al instante; se diría que ha olfateado al enemigo; nunca le había visto esta expresión. Algo ha muerto entre nosotros. Pregunta, fingiendo sorpresa:
—Pero... si no soy indiscreto, ¿por qué escribe usted, señor?
—Bueno... no sé, así, por escribir. Tiene una buena oportunidad para sonreír, piensa que me ha desconcertado:
—¿Escribiría en una isla desierta? ¿No se escribe siempre para ser leído?
Por costumbre ha dado a su frase el tono interrogativo. En realidad afirma. El barniz de suavidad y de timidez se ha descamado; ya no lo reconozco. Sus facciones transparentar una pesada obstinación; es un muro de suficiencia. Aún no he vuelto de mi asombro, cuando lo oigo decir:
—Que me digan: escribo para cierta categoría social, para un grupo de
amigos, enhorabuena. Quizá escriba usted para la posteridad... Pero mal que le pese, señor, escribe para alguien. Espera una respuesta. Como no llega, sonríe débilmente:
—¿No será usted un misántropo?
Sé lo que disimula este falaz esfuerzo de conciliación. Me pide poca cosa, en suma, que acepte simplemente un rótulo. Pero es una trampa: si consiento, el Autodidacto triunfa, en seguida me da vuelta, me atrapa, me deja atrás, pues el humanismo reconsidera y concilia todas las actitudes humanas. Si ano le hace frente, favorece su juego: vive de sus contrarios. Hay una raza de gente terca y limitada, raza de bandidos, que a menudo pierde contra él: el humanismo digiere todas sus violencias, sus peores excesos, y los convierte en una linfa blanca y espumosa. Ha digerido el antiíntelectualismo, el maniqueísmo, el misticismo, el pesimismo, el anarquismo, el egotismo: son todas etapas, pensamientos incompletos que sólo encuentran justificación en él. La misantropía también tiene su lugar en este concierto: es una disonancia necesaria para la armonía total. El
misántropo es hombre; por lo tanto, el humanista ha de ser en cierta medida misántropo. Pero es un misántropo científico, que ha sabido dosificar su odio, que odia primero a los hombres para poder amarlos después.
No quiero que me integren, ni que mi hermosa sangre roja vaya a engordar a esa bestia linfática; no cometeré la tontería de calificarme de “antihumanista” No soy humanista, eso es todo.
—Considero —digo al Autodidacto— que no es posible odiar a los hombres, del mismo modo que no es posible amarlos.  El Autodidacto me mira con aire protector y lejano. Murmura, como si midiera sus palabras:
—Hay que amarlos, hay que amarlos...
—¿Amar a quiénes? ¿A los que están aquí?
—A éstos también. A todos.
Se vuelve hacia la pareja de radiante juventud; eso es lo que hay que amar. "

Existencialismo

¿Existimos? YO existo, mis pisadas recaen en el suelo y tienen un peso material, pero no significan mucho más que eso. No tiene sentido existir ni buscar un objetivo a nuestra vida, viene dando igual todo, tanto lo que soñemos como lo que lleguemos a ser. De modo inane e inexorable somos nada.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Hablo de mentiras, hablo de cosas que no siento.
Maldita sea, ¡lean La Náusea!

martes, 6 de diciembre de 2011

Dibujo las líneas del dibujo que me salva de un espectro que se superpone a mí, fluye y se transparenta a través de mi cuerpo, proyecta mi sombra. Entonces sale de mí y me vislumbra como si fuera otro, como si jamás hubiésemos sido uno.

(Herman Daly)

"La condición estacionaria del capital y de la población -decía- no implica el estado estacionario del mejoramiento humano. Habría tantas oportunidades para todo tipo de mentalidades culturales, para el progreso moral, social, para perfeccionar el arte de vivir si las mentes dejasen de enfrascarse en el arte de medrar."

Apuntes de clase.

"En muchas ocasiones le atribuimos un carácter de autoridad a figuras externas, a otras personas, a los jefes u otras referencias. Cada uno tiene la autoridad suficiente para responsabilizarse de sus propios actos, de llevar a cabo sus intenciones. Cuando se detectan carencias en este sentido asoma cierto conflicto con la autoridad interna, que debería ser prioritaria. Se podría atribuir este estado a que los demás no nos organizan bien o que el sistema no nos permite organizarnos. Sin embargo, con independencia del caos que pueda existir fuera, cada uno tiene la opción de organizarse mejor."
Bang, bang.
Explota.
Revienta.
Sabiendo que no tiene sentido ni lo tendrá.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Vacía...
Vacía me siento aunque escuche a Scriabin, a Rachmaninoff, o a Chopin. Inclusive cuando escucho a mis dedos tocando una melodía en el piano, creando aire constantemente sobre la atmósfera pastosa de lo cotidiano. No exististe, monotonía. No hubo camino para ti. Vacía cuando los escucho hablar, día a día. Vacía cuando el egoísmo es la religión que impera en nuestro planeta, sea por una vía u otra.
Estamos contaminados y bajo el más puro realismo... nuestro fin será una dulce espiral de asfixia.

domingo, 4 de diciembre de 2011

¿Qué somos? (Fragmento de La Náusea)

"M. de Rollebon me harta. Me levanto. Me muevo en esta luz pálida; la veo cambiar sobre mis manos y sobre las mangas de mi chaqueta; no puedo decir hasta qué punto me disgusta. Bostezo. Enciendo la lámpara sobre la mesa; quizá su claridad pueda combatir la del día. Pero no: la lámpara forma alrededor de su pie un charco lastimoso. Apago; me levanto. En la pared hay un agujero blanco, el espejo. Es una trampa. Sé que voy a dejarme atrapar. Ya está. La cosa gris acaba de aparecer en el espejo. Me acerco y la miro; ya no puedo irme.
Es el reflejo de mi rostro. A menudo en estos días perdidos, me quedo contemplándolo. No comprendo nada en este rostro. Los de los otros tienen un sentido. El mío, no. Ni siquiera puedo decidir si es lindo o feo. Pienso que es feo, porque me lo han dicho. Pero no me sorprende. En el fondo, a mí mismo me choca que puedan atribuirle cualidades de ese tipo, como si llamaran lindo o feo a un montón de tierra o a un bloque de piedra. Sin embargo hay algo agradable a la vista, encima de las regiones blandas de las mejillas, sobre la frente: la hermosa llamarada roja que me dora el cráneo, mi pelo. Es agradable de mirar. Por lo menos es un color definido: estoy contento de ser pelirrojo. Ahí, en el espejo, se hace ver, resplandece. Tengo suerte: si mi frente llevara una de esas cabelleras que no llegan a decidirse entre el castaño y el rubio, mi cara se perdería en el vacío, me daría vértigo.
Mi mirada desciende lenta, hastiada, por la frente, por las mejillas; no encuentra nada firme, se hunde. Evidentemente, hay una nariz, ojos, boca, pero todo eso no tiene sentido, ni siquiera expresión humana. Sin embargo Anny y Vélines opinaban que tenía una expresión vivaz; es posible que esté demasiado acostumbrado a mi cara. Cuando era chico, mi tía Bigeois me decía: “Si te miras largo rato en el espejo, verás un mono”. Debí de mirarme más todavía: lo que veo está muy por debajo del mono, en los lindes del mundo vegetal, al nivel de los pólipos. Vive, no digo que no; pero no es la vida en que pensaba Anny; veo ligeros estremecimientos, veo una carne insulsa que se expande y palpita con abandono. Sobre todo los ojos, de tan cerca, son horribles. Algo vidrioso, blando, ciego, bordeado de rojo; como escamas de pescado.
Me apoyo con todo mi peso en el borde de loza, acerco mi cara al espejo hasta tocarlo. Los ojos, la nariz y la boca desaparecen, ya no queda nada humano. Arrugas morenas a cada lado del abultamiento febril de los labios, grietas, toperas. Un sedoso vello blanco corre por los grandes declives de las mejillas; dos pelos salen por los agujeros de la nariz; es un mapa geológico en relieve. Y a pesar de todo, este mundo lunar me resulta familiar. No puede decir que reconozco sus detalles. Pero el conjunto me da una impresión de algo ya visto que me embota: me deslizo dulcemente hacia el sueño. Quisiera recobrarme: una sensación viva y decidida me libertaría. Aplico mi mano derecha contra la mejilla, tiro de la piel; me hago una mueca. Toda una mitad del rostro cede, la mitad izquierda de la boca se tuerce y se hincha descubriendo un diente, la órbita se abre sobre un globo blanco, sobre una carne rosada y sanguinolenta. No es lo que yo buscaba; nada fuerte, nada nuevo; ¡es algo suave, esfumado, ya visto! Me duermo con los ojos abiertos, el rostro crece, crece en el espejo, es un inmenso halo pálido que se desliza en la luz ...
Lo que me despierta bruscamente es que pierdo el equilibrio. Me encuentro a horcajadas sobre una silla, aturdido todavía. ¿A los otros hombres les cuesta tanto trabajo juzgar sus rostros? Me parece que veo el mío como siento mi cuerpo, mediante una sensación sorda y orgánica. Pero ¿y los demás? ¿Rollebon, por ejemplo? ¿También se dormía mirando en los espejos lo que Mme. de Genlis llama “su carita arrugada, limpia y definida, picada de viruelas, donde había una malicia singular que saltaba a los ojos, por esfuerzos que hiciera para disimularla”? “Cuidaba mucho” dice Mme. de Genlis, “de su peinado, y nunca lo vi sin peluca. Pero sus mejillas eran de un azul tirando a negro porque tenía la barba espesa y quería afeitarse solo, cosa que hacía muy mal. Acostumbraba embadurnarse con albayalde, a la manera de Grimm. M. de Dangeville decía que con todo ese blanco y azul, semejaba un queso Roquefort.” Me parece que debía de ser muy agradable. Pero después de todo, no fue así como lo vio Mme. de Charrières. Creo que lo encontraba más bien apagado. Tal vez sea imposible comprender el propio rostro. ¿O acaso es porque soy un hombre solo? Los que viven en sociedad han aprendido a mirarse en los espejos, tal como los ven sus amigos. Yo no tengo amigos; ¿por eso es mi carne tan desnuda? Sí, es como la naturaleza sin los hombres.
Ya no tengo ganas de trabajar; lo único que me resta es aguardar la noche."
[La Náusea - J. P. Sartre]

sábado, 3 de diciembre de 2011

"Toda revolución comienza en el interior de las personas. Es inútil la revolución de fuera hacia dentro. Si no somos capaces de escucharnos, de hablar, sin prejuicios, no vamos a cambiar nada. Todo seguirá igual."   ----  [J.C.]

Me escabullo y huyes, huyo, te escabulles. Me pongo nerviosa, incipiente tremor vibra por y para las arterias. Directas al corazón. Las espinas se incrustan mientras las lágrimas rojas resbalan y se solidifican con tanta rapidez que puedo aferrarlas entre mis dedos, condensarlas en mi único punto de mira.  

Oh. ¿Sabes -lo sabes- lo que es arder?

jueves, 1 de diciembre de 2011

Discúlpame que comience el nuevo mes como el fin y... el inicio, escondiendo toda obviedad que quede reflejada en mis palabras.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Quizá tuvieras razón. ¿Qué es la gloria en el pasado si no otra cosa más que destierro en el presente?
Puedo creer en el camino perfecto y cómo al unísono divergió hacia el infierno, puedo escrutar mis sueños y vislumbrar, con asombro, como cada uno de ellos se convirtió en pesadilla. 

domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Será suficiente con que me pierda en ti?

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Nunca nadie supo por qué Sofía había terminado aquí. Salió corriendo ante la disyuntiva de enfrentarse a él. No sería capaz de contarle la esplendorosa idea que los salvaría a todos, no pudo. ¿Y quién la podría comprender ahora? El único capaz se hallaba a miles y miles de kilómetros de distancia. Huyó, procurando dejar implacable su lugar en su antiguo hogar, dejó huellas por doquier para poder ser rastreada, aunque daba por hecho que estaba perdido. Su lucidez decrepitaba a medida que procuraba escribir las líneas de aquel mapa que se desarrollaba en su cabeza, no iba a dejarse amedrentar.
"Amanecer número uno. Han pasado dos, con éste tres. Hace frío, tiemblo, me enredo con el abrigo, me lo quito, me lo pongo. El primer paso es garrapatear las líneas de la racionalidad."

martes, 22 de noviembre de 2011

Lo único que se desprende de ti es esa capacidad congénita para ser infeliz.
El mundo no es más que una comedia y no nos queda más remedio que reírnos de ella.

domingo, 20 de noviembre de 2011

En el impenetrable minuto de hastío se sitúa ante la multitud, con la espalda completamente erguida, ciento ochenta grados. Sube uno a uno los peldaños, con la mirada situada en el mismo punto fijo. Y procura no recordar las palabras que debía de haber dicho ni las que dijo, procura no temblar ante los ojos que lo ven como punto fijo. Empero, ante el último de todos, abismal, dirige sus pupilas hacia atrás sabiendo que no debía haberse retractado, que no tenía que acudir a la reiteración. Pero no pudo evitarla. 
¡Estaba ahí! Maldita sea, era imposible, imposible. Acabó con las huellas que podrían haberle delatado, fue consciente de ello, información compartida con aquel hombre que se encargaría de difuminar las marcas ya borradas por él mismo. Oh, no sabía que... que fuera capaz de... engañarle así, en el momento más inoportuno. Y qué haría, qué debía hacer. ¿Correr?, ¿tropezarse?, ¿continuar el camino para dirigirse hacia su público? Su cabeza daba tantas vueltas. Está bien, lo que tenía que hacer, su deber, era estar ahí. Decir tres o cuatros cosas sin demasiado sentido, bien maquilladas y convincentes, siendo consciente de que aquellas pupilas lo escrutarían desde la distancia, sabiendo que en cualquier instante ese sería el último reflejo que vislumbraría.. Aquella luz: distante, profunda e inconexa consigo.
"¿Eres ... real?"

jueves, 17 de noviembre de 2011

Me encuentro en el punto
donde las sombras dejan de perseguirme.

martes, 15 de noviembre de 2011

- Dime... ¡Dime de una vez! ¿Cómo ha terminado todo esto en toda esta nada?
- Volvemos al todo y a la nada. Abstracción.
- No se ha tratado nunca de eso.
- ¡Y el nunca!
- Si quieres añadimos el jamás, por si te parece estético.
- No, vaya. Venías a decirme algo, ¿verdad?
- Sí., eso de los finales.. los aborrezco. Lo sabes. Sólo quería una explicación, explícita y concisa.
- ¿Y con...?
- ..cisa. ¿Me estás escuchando?
- No, perdona. Interpretaba las notas de cada una de tus sílabas. Sonó como un Mi la última. Qué melodía, deberías ser músico.

domingo, 13 de noviembre de 2011

No.. nosotros no pertenecemos a la raza humana. Y si es así, ¿dónde queda la moralidad?
Nos hallamos ante esta disyuntiva mientras el suelo es verde, el techo es verde, la... ah, la mirada...

sábado, 12 de noviembre de 2011

Once del once del once.
Algo ha cambiado.

lunes, 7 de noviembre de 2011

"Con sólo mirarte se ve que eres diferente" [O algo así.]
"He was an intellectual. He spent all his time studying and reading books and listening to the radio. He talked all the time about politics. It was very important to him."
[Page Sixty-two. Book of English.]

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El idioma del silencio, próxima aplicación, mal uso.  Y el mundo que estalla.

martes, 1 de noviembre de 2011

Me miró fijamente durante un buen rato, voló hacia la mesa y luego permaneció inmóvil y sentado, escrutando al gato dormido que yo acariciaba entre mis brazos. Parecía que iba a prorrumpir en una espiral de palabras con poco sentido cuando, inopinadamente, se levantó de nuevo y cayó al suelo.
Qué ma-ra-vi-llo-so. Aquí. Con todos. Con nadie.

viernes, 28 de octubre de 2011

Con

¿Saben? La soledad tiene el mismo efecto que un pegamento, se adhiere a tu piel sútilmente, sin que apenas lo percibas, y cuando quieres retractarte no puedes soltar esa capa subyacente a ti mismo. Está claro que no todos podrían entenderlo, los seres humanos tan fáciles-sociables serían los primeros en alarmarse, en abrir abismalmente los ojos y quedarse con la mirada perpleja, sin saber muy bien cómo moverse. Pero para los novatos, que seremos en el futuro veteranos, esto no es más que otro preludio a lo que acontecerá. Y es díficil, esta mañana como tantas otras he procurado huir un poco, a ver cómo me sentaba cierto aire diferente, un aire común, eso es. Mutuas bocanadas de oxígeno se sucedieron, lo malo de ello es que nos arrebatábamos los unos a los otros más de la cuenta, y terminé dejándome caer en las entrañas de mis instintos de ladrona, esclava de lo que no me pertenece les fui robando discretas dosis de oxígeno. Apenas se percataron, y lo agradecí, desde luego, quién sabe cuánto. Mi corazón latía -y sigue latiendo- más deprisa que hacía unas semanas, en el fondo lo necesitaba más yo, ¿o ellos? No obstante ellos no la conocían ni su efecto pegajoso, y tal vez nunca la conocerían como lo hice yo, desde un principio encajaron, establecidos en la temporalidad, empero yo jamás pude, siempre deambulé entre las náuseas de la atemporalidad, del pasado inmediato, del futuro inconexo. ¿De qué me servía pensar en cómo eran ellos o cómo seguirían siendo? Quizá en algún punto, en algún intervalo, quizá en mi Da Capo diario dilucidaría cuál era mi verdadero camino... Hasta entonces me suspendería entre sus sonrisas..

jueves, 27 de octubre de 2011

Estoy triste. Mucho. Ya no sé escribir. No sé, no sé.

..

Señaló hacia el punto incandescente que sobresalía de las alturas e inmediatamente se desmayó. ¿Cómo podía ser aquel ser? ¿Cómo pudo haber llegado hasta ahí? Hacía apenas unos segundos aquel estuvo hablándole frente a frente, dirigiéndole las que creía que serían sus últimas palabras, pues sabría que su hilo de voz estaba cercano a apagarse definitivamente. Sin embargo, mintió, la primera vez que lo hacía desde que lo había conocido, y mientras él divagaba sobre cómo lo logró, aquel estaba contemplándole desde las alturas, brillando penetrantemente hacia su iris, incluso con amagos de saludo, realzando su alegría. Ahí fue cuando él aprendió la lección y cayó al suelo.

Extracto de libro

"Mientras Robert estaba pensando en todo eso, alguien y pasó por encima de sus pies estirados. Abrió brevemente los ojos y vio a un hombre delgado, con sombrero y gabán que se disponía a sentarse a su lado. El desconocido se quitó el sombrero, se despojó del abrigo y se sentó. Sacó un libro en rústica y Roberts vio que era 'Drácula', de Bram Stoker. No pudo dejar de hacer una mueca.
El recién llegado vio su expresión y se encogió de hombros, casi a modo de disculpa.
-Un poco de fantasía no hace daño- dijo, con voz aflautada.
-No-asintió Roberts, antes de cerrar de nuevo los ojos-.
La fantasía no hace daño a nadie.
Y añadió para sí: <¡Pero la realidad es muy distinta!>.
"
[Crónicas necrománticas: "¡Vampiros!" -- Briam Lumley]

Conversación trascendental

-Qué tal las clases.
-Pues bien, con muchos trabajos.
-Normal.
-Terminas asqueado, la verdad.
- Suele pasar. Ese es el ritmo Bolonia.
- Ya. En el fondo está bien, porque aprendes. Aunque depende mucho de la orientación que le dé el profesor.
- No sé. Estar todo el día como locos no te deja pensar, no te deja tiempo para lecturas alternativas.
- Ya... De todas maneras el estudiante general no hace lecturas alternativas.
- Y qué.

martes, 25 de octubre de 2011

El pequeño se deshizo de la bola en la que se había convertido y se fue despedazando a medida que caminaba. Empezó a recordar. <¡Eso es!> Sus pupilas se dilataron, lanzándose a oscuras a la persecución de la abominable masa. Sabía, sabía que algún día llegaría...

sábado, 22 de octubre de 2011

Me he dado cuenta de que cada vez escribo peor.
Dosis de literatura, come on!
http://cajonabsurdo.blogspot.com/2011/10/2110.html
No escribe ya poemas el alma 
que ve
al intelectual
en la nube de 
la irrealidad...

viernes, 21 de octubre de 2011

Pero qué, qué asco que me da, Dios, qué repugnancia, qué pavorosas náuseas me da saber que eres como los demás... Y más asco me da mi memoria, más asco me da.. que aún no se haya extinguido, que si estaca, decapitación,  fuego... Sólo a momentos la noche y su magnetismo me arrastran al vórtice vomitivo...
Hoy podía decirle que esta vez volvería, se derramaría sobre el suelo y esperaría a que el otro actuase. Maravilloso, maravilloso. Los veo cómo las ven y cómo me ven, ellos y yo nos sentamos, con las mismas expectativas. Sin más, somos actores del mismo teatro, repetimos a medias las palabras que dijo el otro sin comprenderlas mucho, ni poco, sin que siquiera ese amago merezca realmente la pena. Me siento cómoda con ganas fragmentadas de vacío y miradas que llevan al abismo, otra espiral y otra. Lo miras y lo ves con ellos, entre ellos, dentro de, fuera de, y todo esto de vez en cuando, pero sólo por buscar algo. -Aunque no es eso lo que tu desasosiego necesita para desvanecerse-. Y entonces es cuando vuelves al libro y a la gente sentada, alguien te mira gracias al reflejo del cristal, así como tú puedes ver al otro a través del reflejo de tus propias gafas, rayos y ondas y luz, elementos insignificantes para la mayoría. Recuerdas las letras, un nuevo ciclo de pensamientos te acomete, dicen que en la literatura española todo tiende a ser círculo, dando vueltas todo el tiempo con la misma idea, mientras que la inglesa tiene una estructura más jerárquica, más piramidal, de las ideas generales a las más específicas. ¿Eso me hacía diferente de algún modo? ¿Acaso no hacía yo eso, con mi cabeza, todo el tiempo? Vaya, alguna pieza más que lograba encajarse,  los puzzles son inexpugnablemente apasionantes, hipnóticos. Y yo, allí, sentada, sin uno entre manos... si tan sólo... Cambia el ángulo de su mirada el sujeto A, está bien, copiaré el gesto. Techo, luces. Ningún punto de referencia que me haga desviarme de esa... V que se forma.
V de vidrio, vendetta, vo-cal, vino, voz, verdad, vacío, V de V., V. que me enseñó tantas cosas hace tantos años, y que de vez en cuando me incita a arraigar las raíces hacia la exasperación pasional. Debería V. sentirse orgulloso de que me acuerde de él, alguna que otra vez, aunque V. sea un desconocido, todos pensarían lo mismo si les dijese lo mismo, pero qué más da. Fue una V. fantasma, literatura, música, y hay otras V. y yo que no lo sabía, posteriormente vinieron y se fueron, y ahora viene otra que también se irá. Prefería las J., siempre creí en ellas, como cosas inmateriales, insustanciales, claro está, pero ...drenantes, casi puras, inocentes, casi frías, sin embargo sinceras, sinceras... V. me enseñó a decir adiós a pedantería, a re-tener miedo a los ojos fijos, tantas cosas.  Y ahora, si todo va bien, tendrá su gracia lo que suceda.
¿De verdad crees lo que acabas de decir? No demasiado, sin embargo... él ha vuelto a girar la cabeza, y la finalización de su ángulo me apunta directamente....

jueves, 20 de octubre de 2011

20

Yo tampoco lo entiendo.
Pero,
quisiera ser
un poco como tú.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Estoy menos muerta de lo que jamás he estado,
pero no por ello,
viva.

lunes, 17 de octubre de 2011

Como vuelvas te juro que no, que no...  no.. sabré qué decir.

sábado, 15 de octubre de 2011

Lo perdiste así como el sol a la luna con el atardecer, así como cuando crees que has dicho una palabra y sin embargo no ha huido de tus labios.
Qué fácil sería
ser un poco como
todos.

martes, 11 de octubre de 2011

Una vez le dije a alguien:
A medida que te socializas
te desliteraturalizas.

domingo, 9 de octubre de 2011

- Pasen, pasen, y disfruten del espectáculo... ¡Acaba de comenzar!

miércoles, 5 de octubre de 2011

Bitecito no publica nada, de seis días a hoy.

domingo, 2 de octubre de 2011

Foggy

Hoy sellaste con tus dedos la última palabra. Los vi, cerca, despacio, sobre tus labios, haciendo un amago de ausencia. Cesó justo en aquel instante la lluvia que se veía tras la ventana, ahora ya no tenía ningún otro sitio donde mirar. ¿Y si cerraba los ojos? Tal vez esto fuese una pesadilla y despertase de aquel modo. La oscuridad vino a mí, así como un insospechado viento, el sosiego infinito, algo estaba contemplándome desde iris extranjeros. Creo que eras tú, mas mis ojos no alcanzaban la luz como para escrutarlos, esta vez relajaría los músculos y, a tientas, sería yo quien volase a la ventana abierta, persiguiendo la lluvia.

viernes, 30 de septiembre de 2011

La gente piensa
las mismas cosas
la gente dice
las mismas cosas
y todavía sigo sin saber
qué cosas.
Es tan insignificante como una sombra, la decadencia y, ellos, que no comprenden pero a veces me dan un poco de asco sin querer, en el fondo no los odio, aunque sea tan peligrosamente pegajosa esa atmósfera que crean... ¿Estás infectado o no? 



¿Puedes recibir la gracia desde sus minúsculos mundos?

--

Si no aprendes caes. Cambio de estrategia.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Lo sé, lo sé desde el primer día. No lo confesé, ¿para qué?
Y en este punto sé que debo parar.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Nonsense

Esta vez, te cuelas, no te cuelas, esculpes una figura y el esquema, oh, el esquema. Frente al santuario acabó mi lectura, y plaf, ¿cayó o no cayó sobre mis manos? Estaba en ellas, cayó desde ellas hacia un lugar que no vi más. Adentro, en el pozo eterno, el agua seguía deslizándose al otro espacio, al otro mundo, pero lo aguardaría bastante bien en las tinieblas. Eco, eco. Retiemblan sobre los cimientos palabras que se repiten admirando a, anhelando a. Quién murió hipnotizado por un exceso de luz que le devolvió su figura inmaterial. Oh, quién.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Emerge la imagen de...

"En las semanas que siguieron, arrasadas por la abnegación irresistible de Gekrepten y el aprendizaje del difícil arte de vender cortes de casimir de puerta en puerta, le sobraron vasos de cerveza y etapas en los bancos de las plazas para disecar episodios. Las indagaciones en el Cerro habían tenido el aire exterior de un descargo de conciencia: encontrar, tratar de explicarse, decir adiós para siempre. Esa tendencia del hombre a terminar limpiamente lo que hace, sin dejar hilachas colgando. Ahora se daba cuenta (una sombra saliendo detrás de un ventilador, una mujer con un gato) que no había ido por eso al Cerro. La psicología analítica lo irritaba, pero era cierto: no había ido por eso al Cerro. De golpe era un pozo cayendo infinitamente en sí mismo. Irónicamente se apostrofaba en plena plaza del Congreso: «¿Y a esto le llamabas búsqueda? ¿Te creías libre? ¿Cómo era aquello de Heráclito? A ver, repetí los grados de la liberación, para que me ría un poco. Pero si estás en el fondo del embudo, hermano.» Le hubiera gustado saberse irreparablemente envilecido por su descubrimiento, pero lo inquietaba una vaga satisfacción a la altura del estómago, esa respuesta felina de contentamiento que da el cuerpo cuando se ríe de las hinquietudes del hespíritu Y se acurruca cómodamente entre sus costillas, su barriga y la planta de sus pies. Lo malo era que en el fondo él estaba bastante contento de sentirse así, de no haber vuelto, de estar siempre de ida aunque no supiera adónde. Por encima de ese contento lo quemaba como una desesperación del entendimiento a secas, un reclamo de algo que hubiera querido encarnarse y que ese contento vegetativo rechazaba pachorriento, mantenía a distancia. Por momentos Oliveira asistía como espectador a esa discordia, sin querer tomar partido, socarronamente imparcial. Así vinieron el circo, las mateadas en el patio de don Crespo, los tangos de Traveler, en todos esos espejos Oliveira se miraba de reojo. Hasta escribió notas sueltas en un cuaderno que Gekrepten guardaba amorosamente en el cajón de la cómoda sin atreverse a leer. Despacio se fue dando cuenta de que la visita al Cerro había estado bien, precisamente porque se había fundado en otras razones que las supuestas. Saberse enamorado de la Maga no era un fracaso ni una fijación en un orden caduco; un amor que podía prescindir de su objeto, que en la nada encontraba su alimento, se sumaba quizá a otras fuerzas, las articulaba y las fundía en un impulso que destruiría alguna vez ese contento visceral del cuerpo hinchado de cerveza y papas fritas. Todas esas palabras que usaba para llenar el cuaderno entre grandes manotazos al aire y silbidos chirriantes, lo hacían reír una barbaridad. Traveler acababa asomándose a la ventana para pedirle que se callara un poco. Pero otras veces Oliveira encontraba cierta paz en las ocupaciones manuales, como enderezar clavos o deshacer un hilo sisal para construir con sus fibras un delicado laberinto que pegaba contra la pantalla de la lámpara y que Gekrepten calificaba de elegante. Tal vez el amor fuera el enriquecimiento más alto, un dador de ser; pero sólo malográndolo se podía evitar su efecto bumerang, dejarlo correr al olvido y sostenerse, otra vez solo, en ese nuevo peldaño de realidad abierta y porosa. Matar el objeto amado, esa vieja sospecha del hombre, era el precio de no detenerse en la escala, así como la súplica de Fausto al instante que pasaba no podía tener sentido si a la vez no se lo abandonaba como se posa en la mesa la copa vacía. Y cosas por el estilo, y mate amargo. "
[Fragmento de Capítulo 48 de Rayuela - Julio Cortázar]

viernes, 16 de septiembre de 2011

Yo, amante de la ineficacia de la importancia tal que en ella me excusaba, ahora estoy contemplando cómo rueda cabeza abajo y yo con ella, nos disolvemos en el desplazamiento, en el vórtice de una cascada que sólo se rinde ante la gravedad.
Adiós al existencialismo, de momento.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Recuerdo progresivo

Roberto se encuentra parado frente al horario de la espera, de esperanza, esperanza de llegada. Que viene ya, me monto, me miran, me siento, los observo. Día a día dilucidaba una nueva caricatura en algún rostro desconocido, cada uno de ellos se asemejaba a otros tantos que habría reconocido sino hubiera sido que...
Quedaban muchos, a veces intentaba contarlos, pero los dedos de sus pies y manos eran insuficientes para el artificio humano de los días. Entonces comenzaba a delirar y visualizar cientos de dedos por el más impensable recodo de su cuerpo. Veo aquí otro dedo que sobresale de mi pelo enmarañado, un día más, agrando la longitud, estupendo. Y se ponía con esta y otras fruslerías en la guagua, mientras por el rabillo del ojo escrutaba a aquella mujer que lo miraba desconcertada y enfurruñada, como arrugada consigo misma -por lo demás, incomprensible para Roberto-. Había ocasiones en las que se sentía tan inconmensurablemente  observado que le daba por girar la cabeza a la ventana y, con suerte, no vería su reflejo. Le asustaba desde pequeño. Una vez le dio por repetir el movimiento de sus padres tan usual antes de salir y contemplarse frente al espejo, pero él se consideraba lo suficientemente valiente como para hacerlo solo, tal y como mamá o papá llevaban a la práctica. Aquel día habían salido a noséqué sitio, que si fiesta o celebración, que si tenían que ir guapos, etcétera. Justo segundos después de que se desvanecieran por completo las siluetas familiares tomó como vía irrevocable la gran decisión: el enfrentamiento con el espejo. Sus pies retumbaron por el suelo al levantarse del sofá y al cabo de un rato sus pisadas establecían como huellas imborrables el eco y... ¡bienvenido! Delante de sus pupilas veía otras pupilas, se quedó paralizado. ¿Era él realmente? Antes de llegar al punto de condensación vislumbró una figura llegando al lugar del inequívoco reflejo.. pero.. ¿cómo podría demostrar quién estaba ante sus ojos? Le arrancó a su indagación fragmentos de acobardamiento de manera que escogió su brazo derecho, así como lo haría cualquier diestro. <> Vamos allá, con lentitud y precisión, el dedo índice rozará esa masa metálica, poco a poco, quince centímetros, once, nueve, seis, tres, cero...
Oh,oh.
<¡Pero qué..!>, exclamó Roberto mientras cegaba fuertemente sus párpados, al rato volvió a abrirlos y... contempló a un humano a pedazos. Ya aquel conjunto de carne y hueso le resultaba más cercano, se sentía más él, ¿o no? ¿Y si se equivocaba? Abruptamente se escrutó, tocando cada parte de su cuerpo, no notaba pedazos. Él no estaba roto ni se había roto, era el espejo, el espejo ya no era el de antes, pero no le había hecho nada, sólo quiso tocarlo, es decir, tocarse, aunque lo estaba haciendo todavía, y sin espejo. No obstante aquello era tan distinto, en toda su plenitud vislumbraba su sombra,y ahora nada, trozos, trazos, retazos. Era una amalgama de pedazos con formas geométricas, muchos de ellos triangulitos que se incrustaban con otros. Ahora veía a un monstruo ante aquello, oh no. Papi y mami se enfadarían, y él no tenía la culpa, esta vez no les permitiría que... No, no. Esta vez se iría a buscar otro, otro igual, y habría reconcilio y, sobretodo, un imperante silencio. <>
A través de la ventana se contemplaba el paisaje húmedo del otoño tras una reciente lluvia que tenía ganas de prolongarse en las próximas horas, caían dos o tres gotas en la ventana que iban resbalándose sinuosamente por ella, Roberto se quedó como mirándolas sin mirar, intentando rememorar qué pasó después de... pero la guagua se había detenido en su parada, debía bajarse tan rápido como pudiera, que llegaba tarde.

martes, 13 de septiembre de 2011

-Suspense indefinido-.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Intromisión inesperada en un bucle que uno no se espera.
Sólo se trata de unir las dos mitades que se repelen, aunque vuelva a surgir un polo norte y otro sur.

martes, 6 de septiembre de 2011

Abstraído mantienes tu mirada fija en la sucesión de líneas blancas, pasan uno, dos, cien. Desde la distancia te estoy vislumbrando aunque no me recuerdes, una lisonjera brisa rememora en tu mente una de aquellas numerosas siluetas que fueron y son nada en cada uno de tus días. Entonces es cuando entrechocamos en medio de muros de aire y me ruborizo en una espiral donde ruedo sobre mí misma  y me acerco despacio o  quizá demasiado rápido a ti, donde vuelvo a tener a cinco centímetros el mar, a tus ojos infinitos, perdidos. 
Tengo la sospecha de que ellos me penetran indefinidamente, contemplando a través de los míos lo que queda de mi alma, petrificando cualquier insignificante movimiento capaz de surgir de mí.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Y te clavas en mi mente tan profundamente que sangro, tan rápidamente como una constante, como un Pi, infinito, infinito.
Será en el nuevo milenio cuando resuciten los desconocidos, cuando tal vez... la magia se desprenda del sarcófago.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Si Silencio sí, Música Sí. Si Silencio no, Música no. Si Música y Silencio sí, entonces tú, siempre, sí.
Cada pieza que encajó se desvaneció. Me creyeron loca cuando les conté todo esto, con esa imposibilidad innata en el ser humano de comprender mis palabras y las sílabas que cada una de ellas implicaba. Por una vez estuve calmada, depositaron mi cuerpo en una especie de silla no acolchada y me confesaron la gran verdad:
- Solamente necesitas seis meses para curarte.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Jamás de los jamases será mía.
This is yours.

martes, 30 de agosto de 2011

Una visión real, pura y difusa.


Luces de neón fluorescentes.
Ojos ahítos de melancolía me penetran.

miércoles, 24 de agosto de 2011

I may lie on the grass.

Nobody's seen this blind light.
Manipulación. 
Muerte.
El horror
latente
en el otro yo.

martes, 23 de agosto de 2011

Se me hace tan raro, tan real.... y lógico.
Las advertencias se sostuvieron hasta el juicio final, ergo fue craso error el de ignorarlas.
¿O no?
Pupilas dilatadas vengan hacia mí.

domingo, 21 de agosto de 2011

- ¿Te has dado cuenta?
- ¿Eh? ¿De qué?
- Me has hecho caso por esta vez.
- Ah, sí. Aunque retornas al error, es algo que jamás he dejado. Siempre he rozado la irrisibilidad de la obediencia hacia ti.
- Bueno, debería medio o-di-ar-me por ello. Pienso que cada uno debe odiarse aunque sea un poquito, en el fondo te purifica.
- Ya, claro. Eso que tus actos corroboran día tras día tan arduamente, ¿no?
- No seas así, sabes que...
- ¿que lo has cambiado?
- Exactamente eso no, al menos intentado...
- ¡Por supuesto!

sábado, 20 de agosto de 2011

- Ssshh... Debes ser mudo desde aquí, podrían escucharnos y llevar todo al traste.
- Está bien - Respondió casi a los decibelios de su respiración.
Ambos comenzaron a trepar por la bóveda, esquivando las esferas de fuego. Tantos desvelos nocturnos les habían abocado a permanecer en constante movimiento durante cada día de sombra. Se hizo el silencio.
Inopinadamente apareció una figura de cristal acercándose hacia ellos..
Dar vueltas. Girar. Círculo pequeño y grande. Círculo.
Yo.
Y luego la sombra. El espejo. El reflejo. Pero sigue siendo un yo, congelado. Muerto. Mutilado.
Y cansa tanto -demasiado- yo.
Egocentrismo puro.
Si no es por uno por el otro. ¿Qué es sentir sino una mentira? Mi yo siente hacia los demás, los demás sienten hacia mi yo.
Ego, ego. Come on.
Te reclinas despacio sobre lo que crees que es, o que deba ser. Oh, oh. Por un segundo estaría bien atisbar tu realidad y vivirla. ¿Cómo se filtraría la locura en ella?
Oh, oh. Todos sabemos la verdad y callamos.
Has mareado a las olas, ya era el turno. Desfilas con la frente regia mientras el mundo te escruta, y los cuerpos se parten en dos al vislumbrar tu sombra en la espuma.

jueves, 18 de agosto de 2011

Es hora de acabar.




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Y...

miércoles, 17 de agosto de 2011





Letra original:
Nobody feels any pain
Tonight as I stand inside the rain
Ev'rybody knows
That Baby's got new clothes
But lately I see her ribbons and her bows
Have fallen from her curls.
She takes just like a woman, yes, she does
She makes love just like a woman, yes, she does
And she aches just like a woman
But she breaks just like a little girl.
Queen Mary, she's my friend
Yes, I believe I'll go see her again
Nobody has to guess
That Baby can't be blessed
Till she sees finally
that she's like all the rest
With her fog, her amphetamine
and her pearls.
She takes just like a woman, yes, she does
She makes love just like a woman, yes, she does
And she aches just like a woman
But she breaks just like a little girl.
It was raining from the first
And I was dying there of thirst
So I came in here
And your long-time curse hurts
But what's worse
Is this pain in here
I can't stay in here
Ain't it clear that–
I just can't fit
Yes, I believe it's time for us to quit
When we meet again
Introduced as friends
Please don't let on that you knew me when
I was hungry and it was your world.
Ah, you fake just like a woman, yes, you do
You make love just like a woman, yes, you do
Then you ache just like a woman
But you break just like a little girl.
Traducción:
Nadie siente dolor ésta noche,
mientras permanezco bajo la lluvia.
Todo el mundo sabe
que la niña tiene ropa nueva.
Pero después veo sus lacitos con sus nudos
caerle desde sus rizos.
Coge las cosas como una mujer. Sí, lo hace.
Hace el amor como una mujer. Sí, lo hace.
Y le duele como a una mujer.
Pero se rompe como una niña.
La reina María, es mi amiga.
Sí, espero ir a verla otra vez.
Nadie tendrá que adivinar
que la niña no puede ser bendecida
hasta que finalmente se dé cuenta
de que es como los demás.
Con sus perlas, sus anfetaminas
y esa niebla alrededor.
Bebe como una mujer, ya lo creo que sí.
Hace el amor como una mujer, ya lo creo que sí.
Y sufre como una mujer.
Pero se pone a llorar como una niña.
Estuvo lloviendo desde el principio.
Y yo me moría de sed allí.
Así que vine aquí,
y tu maldición eterna me dolió.
Pero lo peor
es este dolor por dentro.
No puedo permanecer aquí
¿No está claro que…
…no encajo aquí?
Sí, creo que es hora de marcharnos.
Cuando nos encontramos otra vez,
lo hicimos como amigos.
Por favor, no digas nada de que me conocías
cuando estaba hambriento, y que era tu mundo.
Ah, finges como una mujer, ya lo creo que sí.
Haces el amor como una mujer, ya lo crees como sí.
Y luego sufres como a una mujer.
Pero lloras como una niña.




Y hoy más que nunca...:
Tomaría rumbo al cielo crepuscular, tras el sosiego de la noche, en tus brazos. Le robaría bocanadas de oxígeno a tus labios, qué egoísta por mi parte. Tal vez volverías a mirarme, nos perderíamos en gotas de agua surcando el arcoiris y tú, tú me sonreirías. Cómo no podría anhelar cada día el hálito de ti, leve pero persistente. En cada lugar, por cada palabra. Es inevitable que tu presencia se entremezcle con tu ausencia y se conviertan en un único ser, por encima de todas las cosas: abstracto. Puedes estar atrapado en... ¡vaya!... no sé en qué. La relevancia a personas foráneas a tu piel la desconozco, creo que viviría mejor perdurando en ese desconocimiento. Te puedes levantar y caer… (to fall in..), te recogeré, escudriñaré el cariz de tu iris, tu recóndito océano, quizá me iré. 

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En alguna mañana fui víctima de la maraña de mis delirios. Entonces: uno, cero, cero y uno.

martes, 16 de agosto de 2011

Extracto de Rayuela


Capítulo 7



    Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

     Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Sueños...

Jamás creí capaz tal sucesión de sueños inconexos, ni que estos tuviesen algún tipo de progresión, pero hoy la vi, con el culmen de mis delirios vislumbré la cúspide, lo anhelado, lo inalcanzable, en mi sueño se desvanecía a polvo y la ficción competía con la realidad, las palabras con las mentiras. Mis pensamientos atónitos incluso en la intensa fiebre fueron tan palpables... Qué vil embaucadora es la mente humana, qué capacidad ilimitada para provocar nuestra confianza en límites irreales, completamente imposibles. Hasta las previas características, la previa sutileza del mundo material humano se hallaba ahí. Y lo hubiera aceptado sin dudarlo. Y me hubiera quedado sin  penetrarlo, paralizada por las evidencias ficticias, congelada en aquella suspensión del tiempo, donde no existiera ni el hielo ni la fiebre, donde no hubiera nada más que un océano recíproco y egoísta para dos, esos dos únicos habitantes de aquel planeta.
Oh, ¡no vuelvas! No de este modo...
Una vez me dijeron que la música se podría escuchar con los ojos cerrados, incluso que se debería, supongo que para apreciarla mejor y esas cosas.

Aquellas palabras se clavaron en mí
y
la música rodó sobre mí
y
pude descubrir
otro mundo
infinito
... por fin..

lunes, 15 de agosto de 2011

These things take my time and energies
Don’t stand too close without apologies
Cutthroat, cut out candid glimpses and
Wind me up, I’m ready

Can’t escape this line of best fit
Can’t escape this line of best fit

These things take my time end energies
Don’t stand too close without apologies
I remember being inside something more than you

Can’t escape this line of best fit
Can’t escape this line of best fit
Can’t escape this line of best fit
Can’t escape this line of best fit
 I remember being inside something more than you

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Estas cosas toman mi tiempo y mis energías
No estés demasiado cerca sin disculpas
Asesino; elimina los sinceros vislumbres y
Reviéntame, estoy preparado
No puedes escapar de esta línea de mejor ajuste (Repeat)
Estas cosas toman mi tiempo y mis energías
No estés demasiado cerca sin disculpas
Me recuerdo estando dentro de algo más que tú
No puedes escapar de esta línea de mejor ajuste (Repeat)
Me recuerdo estando dentro de algo más que tú

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Rayuela - Julio Cortázar

"- No me gusta hablar de él por hablar –dijo la Maga.

- Está bien –dijo Gregorovius-. Yo solamente preguntaba.

- Puedo hablar de otra cosa, si lo que quiere es oír hablar.

- No sea mala.

- Horacio es como el dulce de Guayaba –dijo la Maga.

- ¿Qué es el dulce de guayaba?

- Horacio es como un vaso de agua en la tormenta.

- Ah –dijo Gregorovius

- Él tendría que haber nacido en esa época de que habla madame Léonie cuando está un poco bebida. Un tiempo en que nadie estaba intranquilo, los tranvías eran a caballo y las guerras ocurrían en el campo. No había remedios contra el insomnio, dice madame Léonie.

- La bella edad de oro –dijo Gregorovius. En Odessa también me han hablado de tiempos así. Mi madre, tan romántica, con su pelo suelto… Criaban los ananás en los balcones, de noche no había necesidad de escupideras, era algo extraordinario. Pero yo no lo veo a Horacio metido en esa jalea real.

- Yo tampoco, pero estaría menos triste. Aquí todo le duele, hasta las aspirinas le duelen. De verdad, anoche le hice tomar una aspirina porque tenía dolor de muelas. La agarró y se puso a mirarla, le costaba muchísimo decidirse a tragarla. Me dijo unas cosas muy raras, que era infecto usar cosas que en realidad uno no conoce, cosas que han inventado otros para calmar otras cosas, cosas que tampoco se conocen… Usted sabe cómo es cuando empieza a darle vueltas.

- Usted ha repetido varias veces la palabra “cosa” –dijo Gregorovius-. No es elegante, pero en cambio muestra muy bien lo que le pasa a Horacio. Una víctima de la cosidad, es evidente.

- ¿Qué es la cosidad? –dijo la Maga

- La cosidad es ese desagradable sentimiento de que allí donde termina nuestra presunción empieza nuestro castigo. Lamento usar un lenguaje abstracto y casi alegórico, pero quiero decir que Oliveira es patológicamente sensible a la imposición de lo que lo rodea, del mundo en que se vive, de lo que le ha tocado en suerte, para decirlo amablemente. En una palabra, le revienta la circunstancia. Más brevemente, le duele el mundo. Usted lo ha sospechado, Lucía, y con una inocencia deliciosa imagina que Oliveira sería más feliz en cualquiera de las Arcadias de bolsillo que fabrican las madame Léonie de este mundo, sin hablar de mi madre la de Odessa. Porque usted no se habrá creído lo de los ananás, supongo.

- Ni lo de las escupideras –dijo la Maga. Es difícil de creer. "

[Extracto del capítulo 17.]


Es ridículo que sonrías;
que sonrías de esa forma
por esa tontería,
que vengas a reír y tomar
un pulso contra la desconocida
que creerás conocer por tontas,
fútiles y banales alevosías.

XXV - Melancolía

Hermano, tú que tienes la luz, dime la mía.
Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.
Voy bajo tempestades y tormentas
ciego de sueño y loco de armonía.
Ése es mi mal. Soñar. La poesía
es la camisa férrea de mil puntas cruentas
que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas
dejan caer las gotas de mi melancolía.
Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo;
a veces me parece que el camino es muy largo,
y a veces que es muy corto...
Y en este titubeo de aliento y agonía,
cargo lleno de penas lo que apenas soporto.
¿No oyes caer las gotas de mi melancolía?
Rubén Darío

domingo, 14 de agosto de 2011

Clear water, Pureza. Y esta fútil respiración que... me acerca a... aquel infinito océano...
Gracias... vuelve a brotar la semilla y las viejas plantas ya secas y asesinadas por el sol se desvanecen desprendiendo el alimento de las nuevas...

viernes, 12 de agosto de 2011

Y con un portazo se marchó mientras fumaba un grito hacia sus adentros: ¡Jamás volveré!

miércoles, 10 de agosto de 2011

Terminé y contemplé cómo retozaba el cadáver con la mosca e indisolublemente formaban una pegajosa amalgama, los tocabas a ambos y el pegamento se adhería a mis dedos. Entonces venía con su zumbido impenetrable en mis oídos a bombardearme de música disonante, pero me hacía sonreír esta vez. Se había cansado de aquel cadáver y ahora me miraba a mí, como creyendo que yo fuese otro, pero era otro que se movía y soltaba sonidos estridentes de esa gran abismo oscuro que conectaba con cuerdas de forma remotamente extraña, a pesar de que el bicho lo ignorara y únicamente viese un peculiar agujero negro.

domingo, 7 de agosto de 2011

"Si te sirve de consuelo, yo también lo hubiera hecho si hubiese sido tú."
[¿El qué? ¡Demasiado, es demasiado! D.]

Espuma

- ¿Y qué haremos? ¿ Distorsionarlos y partirlos de ese modo en dos?
- No creo que haya que ser tan drástico, sabes que unos te pertenecen y otros son míos, sólo es cuestión de decidir entre aquellos en los que media nuestra sonrisa.
- ¿De veras crees eso?
- No, pero sonaba mucho más bonito así. No sé. Hubo alguna real y consciente, y es innegable.
- Ya. Te concedo el honor de ofrecerte cada uno de ellos en bandeja, consérvalos bien.
- Vaya. ¿No quieres ninguno? ¿Ni uno sólo? Oh. ¿Y ese gesto renegando? ¿Qué sentido tendrá que exclusivamente sean míos si los empañados bocetos fueron tuyos? Implícitamente estás en los surcos...
- ... que igualan a Nada en la jerarquía. Comprendes perfectamente lo que eso significa para mí.
- De acuerdo. En definitiva me pertenecerán todos... los...
- ... recuerdos...
Hay mil relatos que contar tras la lluvia de meteoros, pero sucede que se dispersan y los ojos no los aprecian, se cuelan por los recónditos rincones de los labios que tartamudean y fenecen vivos. 
- Mas... ¡Un día! Un día no será todo esto más que un sueño irreal del antaño.

sábado, 6 de agosto de 2011

Cuando hayas conocido realmente el horror
intenta comprenderlo.

viernes, 5 de agosto de 2011

'No soy tan cobarde como para tener miedo de hacer sufrir a alguien cuando sea necesario.'
Dicho por Mathieu.
Con la muerte en el alma - JEAN-PAUL SARTRE (1905-1980)

Fragmento de 'Un mundo feliz' - ALDOUS HUXLEY

"Bernard se sobresaltó y se volvió en redondo. El rostro regordete y rojo de Benito Hoover le miraba sonriendo, desde arriba, sonriendo con manifiesta cordialidad. Todo el mundo sabía que Benito tenía muy buen carácter. La gente decía de él que hubiese podido pasar toda la vida sin tocar para nada el soma. La malicia y los malos humores de los cuales los demás debían tomarse vacaciones nunca lo afligieron. Para Benito, la realidad era siempre alegre y sonriente.
—¡Y neumática, además! ¡Y cómo! —Luego, en otro tono, prosiguió—: Pero diría que estás un poco melancólico. Lo que tú necesitas es un gramo de soma. —Hurgando en el bolsillo derecho de sus pantalones, Benito sacó un frasquito—. Un solo centímetro cúbico cura diez pensam... Pero, ¡eh!
Bernard, súbitamente, había dado media vuelta y se había marchado corriendo.
Benito se quedó mirándolo. ¿Qué demonios le pasa a ese tipo?, se preguntó, y, moviendo la cabeza, decidió que lo que contaban de que alguien había introducido alcohol en el sucedáneo de la sangre del muchacho debía ser cierto. Le afectó el cerebro, supongo.
Volvió a guardarse el frasco de soma, y sacando un paquete de goma de mascar a base de hormona sexual, se llevó una pastilla a la boca y, masticando, se dirigió hacia los cobertizos."

sábado, 30 de julio de 2011

Hoy es 30 de Julio y vuela más allá de las sombras el inconmensurable. Todos lo alabamos inconscientemente, se resbala por nuestros paladares y vibra en el pulso. Lo sentimos, percibimos. ¿Realmente está ahí? 
Es sobremanera fútil tergiversar tu realidad y adquirir la convicción de que es esa y no otra, así tanto como pretender que exclusivamente existe una. No es nada, no significaba, no es. Sencillamente jamás ha sido.

jueves, 28 de julio de 2011

El paseante

Deambulaba de un sitio a otro, de aquí para allá. Seguía la pista del sol, fervorosamente convencido de que era aquel y no otro el camino correcto para alcanzarlo. Sin embargo, escuchaba de vez en cuando atrocidades sobre la colosal estrella, cientos de voces rugían advertencias, pero jamás las justificaciones de las mismas. Entonces, ¿qué podía creer? ¿Y si la amalgama humana ostentaba la realidad en sus palabras? No podía pararse a profundizar en las sílabas foráneas, no le sería más útil que la vorágine de confusión en la que lo emergían. No era, pues, eso lo que deseaba. En realidad nada concreto, sólo una mirada recíproca entre el fuego y él, alzarse y confirmarle la existencia de la humanidad.
<¿Y... qué sucederá cuando lo alcances?>
El paseante omitió cada gesto que pudiese implicar una autorrespuesta, diáfana y pura la solución: retractarse.


martes, 26 de julio de 2011

Conciencia

Antes que nada debo decir que no comulgo con las ideas de Ortega y Gasset, o al menos muchos de sus planteamientos; pero me ha gustado esta elucubración de La rebelión de las masas:
"Nuestra vida es, en todo instante y antes que nada, conciencia de lo que nos es posible. Si en cada momento no tuviéramos delante más que una sola posibilidad, carecería de sentido llamarla así. Sería más bien pura necesidad. Pero ahí está: este extrañísimo hecho de nuestra vida posee la condición radical de que siempre encuentra ante sí varias salidas, que por ser varias adquieren el carácter de posibilidades entre las que hemos de decidir. Tanto vale decir que vivimos como decir que nos encontramos en un ambiente de posibilidades determinadas. A este ámbito suele llamarse «las circunstancias». Toda vida es hallarse dentro de la «circunstancia» o mundo. Porque este es el sentido originario de la idea «mundo». Mundo es el repertorio de nuestras posibilidades vitales. No es, pues, algo aparte y ajeno a nuestra vida, sino que es su auténtica periferia. Representa lo que podemos ser; por lo tanto, nuestra potencialidad vital. Ésta tiene que concretarse para realizarse, o, dicho de otra manera, llegamos a ser sólo una parte mínima de lo que podemos ser. De aquí que nos parezca el mundo una cosa tan enorme, y nosotros, dentro de él, una cosa tan menuda. El mundo o nuestra vida posible es siempre más que nuestro destino o vida efectiva."



sábado, 16 de julio de 2011

¿No te cansas de sostener la misma cadencia, durante días, durante años, durante siglos?
[Hola, Silence]

[Mejor el vídeo original]


lunes, 4 de julio de 2011

Change

Hola. Saludo a todos aquellos que han leído el blog, lo sigan o no con asiduidad. Debo decir que dejaré relegado a una segunda posición esto, lo que haré será trasladar ciertos textos, algún que otro arrebato literario a este otro portal: http://laausencia.wordpress.com/
También pondré música y cosas así.
Bueno, creo que no puedo decir mucho más.
(Soy una maleducada.)
Gracias, eh.

sábado, 2 de julio de 2011

Humo

(Perdonen la ausencia de música clásica.)
[Nacho V. y Christina Rosenvinge]

Me resbalo por tus erres, por tus emes,
por tus as que se pegan a mi cuello
como perlas de un collar.
Y tus ojos infinitos se oscurecen sobre mí,
un segundo, un minuto que no puedo traducir,
no sé nada de ti, no sabes nada de mí. 
Con tus manos examinas cada pliegue de mi piel
y te pierdes, te diluyes, te desarmas sin querer,
no sabes nada de mí, no sé nada de ti.
Ahora llueve y tu cama es parte de mi corazón,
no respires, no te muevas, no despiertes al dragón,
no sé nada de ti, no sabes nada de mí.

jueves, 30 de junio de 2011

Un fantasma - Charles Baudelaire

Nota: Poema número 38 de Las flores del mal (edición de 1861).


(1)
Las tinieblas

En las cavernas de insondable tristeza
Donde el Destino ya me ha relegado;
Donde jamás penetra un rayo rosado y alegre;
Donde, sólo, con la Noche, áspera huéspeda,

Yo soy como un pintor que un Dios burlón
Condena a pintar, ¡ah! sobre las tinieblas;
Oh, cocinero de apetitos fúnebres,
Yo hago hervir y como mi corazón,

Por instantes brilla, se extiende, y se exhibe
Un espectro hecho de gracia y de esplendor.
En un soñador paso oriental,

Cuando alcanza su total grandeza,
Yo reconozco a mi bella visita:
¡Es Ella! Negra y, no obstante, luminosa.


(2)
El perfume

Lector, ¿alguna vez has respirado
Con embriaguez y lenta golosina
El grano de incienso que satura una iglesia,
O de un "sachet" el almizcle inveterado?

¡Encanto profundo, mágico, con que nos embriaga
En el presente el pasado revivido!
Así el amante sobre un cuerpo adorado
Del recuerdo recoge la flor exquisita.

De sus cabellos elásticos y pesados,
Viviente "sachet", incensario de la alcoba,
Un aroma subía, salvaje y fiero,

Y de sus ropas, muselina o terciopelo,
Todas impregnadas de su juventud pura,
Se desprendía un perfume de piel.


(3)
El marco

Así como un bello marco agrega a la pintura,
Bien que ella sea de un pincel muy alabado,
Yo no sé qué de extraño y de encantado
Al distanciarla de la inmensa natura,

Así, joyas, muebles, metales, dorados,
Se adaptaban precisos a su rara belleza;
Nada ofuscaba su perfecta claridad,
Y todo parecía servirle de marco.

Hasta se hubiera dicho a veces que ella creía
Que todo quería amarla; pues ahogaba
Su desnudez voluptuosamente

En los besos de la seda y de la lencería,
Y, lenta o brusca, en cada movimiento
Mostraba la gracia infantil de un simio.


(4)
El retrato

La Enfermedad y la Muerte producen cenizas
De todo el fuego que por nosotros arde.
De aquellos grandes ojos tan fervientes y tan tiernos,
De aquella boca en la que mi corazón se ahogó,

De aquellos besos pujantes cual un dictamen,
De aquellos transportes más vivos que los rayos,
¿Qué resta? ¡Es horrendo! ¡oh, mi alma mía!
Nada más que un diseño muy pálido, con tres trazos,

Que, como yo, muere en la soledad,
Y que el Tiempo, injurioso anciano,
Cada día frota con su ala ruda...

Negro asesino de la Vida y del Arte,
¡Tú no matarás jamás en mi memoria
Aquella que fue mi placer y mi gloria!

miércoles, 29 de junio de 2011

Espejo

Me pareció curiosa, incluso rozó lo cómico, esta canción:
--
Conozco cada grano de esta arena, cada oasis y todas sus trampas.  
Yo reino aquí y soy su dueño, pero hay un lugar desconocido, una ventana a un mundo más.  
Todo el revés, se vuelve dentro, y no soy yo quien esta ahí.  
En el reflejo, de este espejo, ¿quién esta ahí? ¿por qué me mira así? ¿quién vive tras del cristal? 
Yo no soy aquel ¿dónde he quedado yo? ¿dónde he quedado yo?  
La hipnotiza la diferencia, pero aun más la similitud, todos mis ojos, nacen mi rostro. 
No entiendo nada.. ¡quiero escapar!  
En el reflejo de este espejo ¿quién esta ahí? ¿por qué me mira así? ¿quién vive tras del cristal?  
Yo no soy aquel ¿dónde he quedado yo? ¿dónde he quedado yo?


(Es sólo una canción. Nothing else.)

lunes, 27 de junio de 2011

"Más discusión" - Bukowski

Rilke, ella dijo, ¿no adoras a
Rilke?

No, dije, me aburre,
los poetas me aburren, son mierdas, caracoles, pedacitos de
polvo en un viento barato.

Lorca, dijo, ¿qué te parece Lorca?

Lorca era bueno cuando era bueno. Sabía cómo
cantar, pero la única razón por la que te gusta
es porque fue asesinado.

Shelley, entonces, ¿qué te parece Shelley?

¿no se ahogó en un bote de remos?

entonces ¿qué te parecen los amantes? me olvidé sus nombres...
los dos franceses, uno asesinó al
otro...

Bárbaro, dije, ahora háblame de
Oscar Wilde.

Un gran hombre, dijo ella.

Él era inteligente, dije, pero vos crees en todas esas cosas
por la razón equivocada.

Van Gogh, entonces, dijo ella.

Ahí vamos, dije, ahí vamos de nuevo

¿Qué me quieres decir?

Quiero decir que lo que los otros pintores de la época decían era verdad:
que era un pintor promedio.

¿Cómo lo sabes?

Lo sé porque pagué $10 para entrar y ver algunas de sus
pinturas. Vi que era interesante,
honorable, pero no grandioso.

¿Cómo puedes decir, preguntó, todas estas cosas acerca de toda esta gente?

Querrás decir, ¿por qué no estoy de acuerdo con vos?

¡Para ser un hombre que casi se está muriendo de hambre, hablas como si fueras
un tremendo sabio!

Pero, dije, ¿no se murieron de hambre todos tus héroes?

Pero esto es diferente; no te gusta nada de lo que a mí me gusta.

No, dije, simplemente no me gustan de la manera que
te gustan.

Me voy, dijo.

Podría haberte mentido, dije, como la mayoría
lo hace.

¿Quieres decir que los hombres me mienten?

Sí, para llegar a lo que crees que es sagrado.

¿Quieres decir que no es sagrado?

No lo sé, pero no te voy a mentir
para que funcione.

Vete a cagar entonces, dijo.

Buenas noches, dije.

Ella dio un bruto portazo.

Me levanté y prendí la radio.

Había un pianista tocando la misma pieza de
Grieg. Nada cambió. Nada
cambia nunca.
Nada

domingo, 26 de junio de 2011

Nada.
Nada de esto merece la pena.
Márchense. Por favor.

jueves, 23 de junio de 2011

¿Qué...?

A veces quisiera escribir sobre... tantas cosas. Parece tan sencillo. ¿Quién no ha rozado aunque sea evanescentemente ese deseo, ese hálito...? Quisiera depositar belleza en las palabras y que estas reflejaran sentimientos puros, sinfonías estelares... Y ojalá pudiera ser así... ¿qué sucedería con mi integridad? ¿Se verían mermadas las murallas que fueron consolidadas en un remoto antaño?
O acaso, simplemente fluiría por la corriente con los ojos escrutando el cielo y el sol, mientras éste último me hipnotizaría y me cegaría... ¿Acaso no es uno de los propósitos?
¿Qué puedo creer?

martes, 21 de junio de 2011

Blood

Dentro del circo me gusta verlos
retorciéndose por fuera y por dentro
¿por qué la sangre no cae en paralelo
junto a mi cuerpo?
En este mísero arrebato del tiempo
nos perdemos, precipitadamente, me pierdo.
Las hogueras no responderían al deseo
diluido en respuestas ateridas en el cielo..
Oh, ¡las llamas! ¿Por qué refulgen en lo ya muerto?

Leer con pausas.

Después de todo, las milésimas pueden perder sentido irrevocablemente, tan rápidamente como un tsunami puede arrasar cualquier cosa que encuentre por su paso. Y nuestra mente puede jugar con lo que podría haber sido y lo que no, y el cambio que hubiera implicado ello. No es buena idea hacerlo. Hay veces en las que ciertas palabras te empujan y de un modo terrible te susurran, empiezan a elevar los decibelios trasformándose en gritos, coaccionándote.
Impulsos.
Humanos y banales, claro que el segundo adjetivo ya viene adherido a la existencia humana. Sería ridículo derivar en esta cadencia, en el círculo de la humanidad, de las personas.
¿Cómo podríamos parar? ¿Hacerlo de modo definitivo?
(Por favor, dímelo.)
Precisamente, es libre, nuestra mente lo es. Lo que pensemos e imaginemos es altamente peligroso, o puede llegar a serlo. Sin embargo, más pavoroso sería el intentar cesar la rueda mecánica de divagaciones, hay que dejarla ser. Y liberarse. Del peso, de la carga. Consistimos en última instancia y con esa simplicidad, fuera de absurdos en los que queramos evadirnos, en eso: ser.
Empero, hay que preguntarse.
- No sé cuántas veces. -
¿Qué implica para uno ser? Bajo el conocimiento de nuestras fortalezas y debilidades, tolerando que fluyan ambas, observando y viviendo errores, existe la posibilidad de mejora, de evolucionar. ¿Quién no habría de agradecer un error?
Dar gracias.
Es la esencia.
A la sociedad, humanidad, a las personas que nos rodean, que giran sobre nuestras cabezas, ya sea de modo consciente o, fuera de control, inconsciente.
Y.. por muy intolerable que sea o sean... -y sí, tristemente es así- les arrojo la redención.
Toda suya.