miércoles, 17 de agosto de 2011

Y hoy más que nunca...:
Tomaría rumbo al cielo crepuscular, tras el sosiego de la noche, en tus brazos. Le robaría bocanadas de oxígeno a tus labios, qué egoísta por mi parte. Tal vez volverías a mirarme, nos perderíamos en gotas de agua surcando el arcoiris y tú, tú me sonreirías. Cómo no podría anhelar cada día el hálito de ti, leve pero persistente. En cada lugar, por cada palabra. Es inevitable que tu presencia se entremezcle con tu ausencia y se conviertan en un único ser, por encima de todas las cosas: abstracto. Puedes estar atrapado en... ¡vaya!... no sé en qué. La relevancia a personas foráneas a tu piel la desconozco, creo que viviría mejor perdurando en ese desconocimiento. Te puedes levantar y caer… (to fall in..), te recogeré, escudriñaré el cariz de tu iris, tu recóndito océano, quizá me iré. 

---
En alguna mañana fui víctima de la maraña de mis delirios. Entonces: uno, cero, cero y uno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario