domingo, 29 de abril de 2012

Miradas translúcidas

- Hemos llegado al jardín, he aquí el espacio del que tanto tiempo les he hablado. -Dijo mientras gesticulaba con sus manos. El verdor inundaba aquel lugar inconmensurable, repleto de flores como suspiros y árboles de los que colgaban resplandecientes frutos.
- ¡Maravilloso! - Respondió el gentío casi al unísono.
- Así es lo que ustedes contemplan, pero... ¿acaso pueden ver cómo el gris ha marchitado esta flor que ahora sostengo entre mis dedos?

Ardiente

"Había creído poco antes saber lo que era el amor, y por ello me había tenido por sabio, contemplando el mundo con una nueva visión y nuevo consuelo y sintiendo una participación más profunda, íntima, en todo lo tocante a la vida. Pero en aquel momento todo cambiaba. Lo que había sido claridad, calma, consolación, era ya tormenta y fuego; mis entrañas se estremecían de júbilo y nada querían saber ya de la vida: ansiaban sólo consumirse en las llamas de la vida. Si ahora se me preguntase qué era el amor, yo creía saberlo y podría decirlo, pero mi respuesta sería a la vez oscura y ardiente."

Gertrudis, Herman Hesse

jueves, 26 de abril de 2012

Cómo me persigue el caos.

Siento que soy una bola inmensa que corre cuesta abajo persiguiendo algo. Y me hago más y más grande a medida que se dilata mi búsqueda. Pero mi cuerpo se llena de volumen y de aire.

miércoles, 25 de abril de 2012

Juventud

"Nunca te he visto mejor que esta noche. Me haces recordar el primer día en que te vi. Parecías casi un niño, tímido y caprichoso al mismo tiempo, absolutamente extraordinario. Claro que, desde entonces, has cambiado; pero no en la apariencia. Anda, dime tu secreto. Para recobrar mi juventud, no hay nada en el mundo que yo no fuera capaz de hacer, menos levantarme temprano, hacer ejercicio o parecer respetable. ¡Juventud, juventud! Nada hay como ella. Es absurdo hablar de la ignorancia de la juventud. Las únicas personas cuyas opiniones escucho ahora con algún respeto, son mucho más jóvenes que yo. Parecen precederme. La vida les ha revelado su última maravilla. En cambio, a los viejos, siempre les contradigo. Lo hago ya sistemáticamente. Si, por casualidad, se le ocurre a uno preguntarles su opinión sobre algo sucedido el día antes, contestan siempre solemnemente lo que se pensaba en 1820, cuando la gente llevaba aún calzón corto, creía en todo y no sabía absolutamente nada..."

[[El retrato de Dorian Gray - Oscar Wilde]]

Eros

"En la mitología griega, 'Eros (en griego antiguo Ἔρως) era el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad. En algunos mitos era hijo de Afrodita y Ares, pero según El banquete de Platón fue concebido por Poros (la abundancia) y Penia (la pobreza) en el cumpleaños de Afrodita. Esto explicaba los diferentes aspectos del amor. A veces era llamado, como Dioniso, Eleuterio (Ἐλευθερεύς), ‘el libertador’. Su equivalente romano era Cupido (‘deseo’), también conocido como Amor. De acuerdo con la tradición iniciada por Eratóstenes, Eros era principalmente el patrón del amor entre hombres, mientras Afrodita presidía sobre el amor de los hombres por las mujeres. Su estatua podía encontrarse en las palestras, uno de los principales lugares de reunión de los hombres con sus amados, y a él hacían sacrificios los espartanos antes de la batalla. Meleagro recoge este papel en un poema conservado en la Antología Palatina: «La reina Cipria, una mujer, aviva el fuego que enloquece a los hombres por las mujeres, pero el propio Eros convence la pasión de los hombres por los hombres.»" - [http://es.wikipedia.org/wiki/Eros]


¡VAYA! Cuánto caos arrojado por aquí y por allá.

martes, 24 de abril de 2012

¡Cuánto dilema!
Atender o escribir poemas.

Reverbera

Todos somos diferentes, de hecho las diferencias son algo hermoso que diversifica y convierte en abundante a la existencia. No obstante existen básicamente tres aspectos comunes entre los seres humanos: uno más objetivo, el cuerpo; uno más subjetivo, la mente; y el puente entre ambos, las emociones. Además existe un aspecto adicional, podría hablarse de una cuarta dimensión con mayúsculas: el testigo o la presencia. Varias son las personan que la han señalado a lo largo de la historia, desde Lao-Tsé hasta Osho o Eckart Tolle. Este cuarto aspecto, un todo holístico e integrador, sólo puede ser referenciado una vez lo has experimentado y en cierto sentido te has vuelto nadie. La pura consciencia que testifica es completamente misteriosa, no se la puede medir. Al hablar de ella seguimos haciéndolo desde el ámbito del conocimiento, desde el pensamiento, y sin embargo ella es lo que lo testifica. La mente hasta cierto punto es una invención. Es real que el ser humano piensa, ahora bien, que esos pensamientos tomen cuerpo de mente es una invención conceptual que el pensamiento ha creado y ha validado. La presencia no es pensamiento, sino el testigo, y por tanto tampoco es mente. La mente es un concepto un tanto falaz, que se sustenta en la acumulación de pautas y conocimientos. No es entendible una mente sin pensamiento y al mismo tiempo es el pensamiento el que valida a la mente, ¿puedes ver la contradicción? Es como si la palabra “palabra” se validase a sí misma y no fuese por el consenso o convenio entre los usuarios lingüísticos. Así es como la mente se transforma en algo conflictivo, ligada al pensamiento y validada por este, deviene en una identidad. Esta identidad comienza a tomar cuerpo acumulando conceptos y pautas, desdoblándose desde la presencia. Entonces es cuando comienzas a sentirte dividido, ahora dices algo y poco después te estás contradiciendo, pues la mente está tratando de validarse a sí misma mientras tú vives una realidad dinámica y cambiante. Ante este conflicto generalmente salen reforzadas esos conocimientos, reproduciéndose el fenómeno. Esto que voy a escribir ahora es una barbaridad desde mi experiencia, pero sintetizarlo facilita su comprensión. Existen tres tipos de seres humanos o puede que mejor expresado, de mentes. El primer tipo es la mente ordinaria, no como algo peyorativo sino común, en la que viven inmersas la mayoría de las personas. La identidad desdoblada existe y camina en un precario equilibrio con la existencia. Se caracteriza por vivir lo ordinario de una forma conceptualmente simple, mentalmente mundana y deteniéndose ahí. El segundo tipo corresponde a la mente buscadora. En cierto sentido ha tomado una mayor consciencia de su identidad y está tratando de validarla. Más trata de validarla más altibajos vive. Se caracteriza por una búsqueda existencial, diferenciándose de la primera precisamente en la forma de búsqueda. Ambas buscan en cierto modo autoreconocer su existencia, validarla definitivamente. La primera la trata de satisfacer en cuestiones simples como dinero, poder, seducción, cotilleos,… la segundo realiza la búsqueda sumergiéndose en el conocimiento y en las emociones, y por tanto exponiéndose más. Finalmente el tercer tipo no es mente en absoluto. Puede haber pensamientos y sin embargo ya no hay mente ni identidad. Hay simple y pura presencia. Una profunda armonía y celebración surgen, pudiendo estar acompañados por pensamientos pero sin quedar ya ligados a estos.

["Para ti si lo quieres" - Jonás Quintana Arencibia]

Sosegadamente

Quedan todavía misterios que elaborar.

lunes, 23 de abril de 2012

Lineal

Quiero que exista lo inimaginable
Porque pinto las paredes con su vida
Quiero que se hable de lo innombrable
Ya que no puedo hacer otra cosa que anhelarlo
Quiero que desaparezca lo abominable
¡Por qué el silencio lo transforma en ruido!
***
Lo que se niega se acaba afirmando
tras otra parada se moverán los ojos buscando.
El producto de los productos del producto. Introspección. A veces viene bien involucionar, ir para atrás.
¿Qué fuiste?

domingo, 22 de abril de 2012

Sil

Nadábamos en medio de una tormenta de silencio, buscando algún barco que nos arrastrase a la costa de la música. Sabíamos que esta, como tantas otras, finalizaría tras el último rayo de fugacidad silenciosa, aquel que hacía que las olas y nuestros cuerpos se petrificasen durante banales milésimas de segundos, aquel que se intensificaba cada vez más con el transcurso de los milenios. 
¿Desembocaría, en alguna ocasión, en un estallido audible?

Posibilidad

"¿Imposible?            

Lo único imposible que hay es la imposibilidad."

sábado, 21 de abril de 2012

Oh, tristeza, ven. Abrázame. Quiero ofrecerte todo el calor de esta dichosa melancolía.
Las piezas no se arreglarán... y caeremos como ellas, suavemente, una a una.
Estoy en un lugar desconocido donde elaboro cada uno de los surcos que le preceden a los contornos, un lugar en el que el mar de figuras se mueve perpetuamente en la invisibilidad, alejado de cualquier vestigio de tránsito.

Maravilloso vacío
que
cae
en
el
desvarío
de
la mente.

jueves, 19 de abril de 2012

Piedrita

"La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo (Et tous nos amours, sollozó Emmanuèle boca abajo), lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia (Je n’oublierai pas le temps des cérises, pataleó Emmanuèle en el suelo) se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato. Que era lo que sabía Heráclito, metido en la mierda, y a lo mejor Emmanuèle sacándose los mocos a manotones en el tiempo de las cerezas, o los dos pederastas que no se sabía cómo estaban sentados en el camión celular (pero sí, la puerta se había abierto y cerrado, entre chillidos y risitas y un toque de silbato) y que riéndose como locos miraban a Emmanuèle en el suelo y a Oliveira que hubiera querido fumar pero estaba sin tabaco y sin fósforos aunque no se acordaba de que el policía le hubiera registrado los bolsillos, et tous nos amours, et tous nos amours. Una piedrita y la punta de un zapato, eso que la Maga había sabido tan bien y él mucho menos bien, y el Club más o menos bien y que desde la infancia en Burzaco o en los suburbios de Montevideo mostraba la recta vía del Cielo, sin necesidad de vedanta o de zen o de escatologías surtidas, sí, llegar al Cielo a patadas, llegar con la piedrita (¿cargar con su cruz? Poco manejable ese artefacto) y en una última patada proyectar la piedra contra l’azur l’azur l’azur l’azur, plaf vidrio roto, a la cama sin postre, niño malo, y qué importaba si detrás del vidrio roto estaba el kibbutz, si el Cielo era nada más que un nombre infantil de su kibbutz."

[Rayuela - J. Cortázar]
Átale a todas las cuerdas que él mismo ha creado.
No hay razones válidas para el sin sentido de esos límites.

miércoles, 18 de abril de 2012

(---)

Sé mi dictador.
Mi dictador de la libertad.
Quisiera releerte para inhalar así todas tus palabras y que estas se conviertesen en mi oración nocturna.

martes, 17 de abril de 2012

que..

Habéis estado ahí más que nunca. Menos que siempre. La brevedad quizá sea la razón de esta época. Admiro tus enseñanzas y todas las de ellos. Los recuerdo a todos con estas palabras: "Tenías mucho que decir."
Se quedan en ese punto, suspendidas en el aire y comenzando a ser mecidas por el viento. Lo enigmático requiere fugacidad, ¿ese es el secreto? Quizás debía suceder, sin por qué. Rememorar el recuerdo hace que la pintura sea todavía más bella.

Así, también, te recordaré a ti.

lunes, 16 de abril de 2012

Algo sobre un yo desconocido

Se siente como si el alma al completo se hubiera vertido sobre ti.
Ahora está atrapada en los pasadizos de un lugar inhóspito al que ya no sé cómo acceder.

La pérdida de agua

¡Quisiera estallar de lágrimas! Llorar inmensamente hasta que el mundo se acabase. Y no soy capaz de hacerlo. Ojalá deseara pedirte perdón y con ello solucionar todo, pero no puedo. Aborrecería que pudieras perdonarme, porque ni yo misma puedo hacerlo. 
¡Odio tanto las palabras! Tienen el horrible potencial de convertirse en tragedias inevitables. ¡Odio tanto odiarme! Pero no puede suceder de otra manera en estos momentos.
Y por favor, ¡no quiero tus palabras que no comprenden el sufrimiento!, no sólo el propio, sino el ajeno. Todo es más complicado de lo que el lenguaje pueda explicar, todo es más aborrecible de lo que uno pueda imaginar.

domingo, 15 de abril de 2012

Precisamente, la capacidad de odiar puede ser inversamente proporcional a la capacidad de amar. Imaginar a un ser al cual sólo se pueda adorar, querer o amar, implica que está más cerca de ser un ángel que un humano. Por tanto hay una distancia inexorable que no puede contemplarse pero que está eternamente ahí. Es una adoración idealista, que se sale de la órbita del mundo terrestre, que roza lo poético, y provoca, así mismo, que esa distancia sea cada vez más abismal. Y esto nos mueve lentamente hacia la belleza. La belleza de lo irreal. 
Del mismo modo, si a ese ser le añadimos una chispa de odio, capaz de arder en cualquier instante, nos introducimos en las tinieblas de la moralidad y, no obstante, estamos más próximos a otra clase de contemplación, una en la cual deseamos arder con una intensidad similar o apagar esa chispa, por alguna extraña benevolencia que nos es dada, implicando así una situación irrevocable: la belleza de lo real.


Al igual que el resto de las dichas, es sólo una palabra, merece la duda de poder ser sustituida -o no- por otra.

Poema de Pablo Neruda

Me gustas cuando callas porque estás como ausente, 
 y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. 
 Parece que los ojos se te hubieran volado 
 y parece que un beso te cerrara la boca. 

Como todas las cosas están llenas de mi alma 
 emerges de las cosas, llena del alma mía. 
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, 
 y te pareces a la palabra melancolía; 

Me gustas cuando callas y estás como distante. 
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. 
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: 
déjame que me calle con el silencio tuyo. 

Déjame que te hable también con tu silencio 
claro como una lámpara, simple como un anillo. 
Eres como la noche, callada y constelada. 
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo. 

Me gustas cuando callas porque estás como ausente. 
Distante y dolorosa como si hubieras muerto. 
Una palabra entonces, una sonrisa bastan. 
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

jueves, 12 de abril de 2012

[Reforma laboral]

¡Aún estamos a tiempo de huir! Tus piernas pueden correr, tus pulmones pueden respirar. Es lo que anhelas desde hace mucho, incluso desde antes de que hiciese mucho. Así es tu espíritu, así tu naturaleza. Pero... ¡espántalos a todos, que ellos huyan de ti de modo que esta masa demacrada a la que pertenecemos escape en todo su conjunto!  Recuérdales que con la náusea en la garganta las piernas no pueden atravesar ningún camino.

Oh, ¡hazles olvidar el horroroso fantasma del futuro!

Sombras

Todos tenemos una historia. Es la explicación de las explicaciones. No podemos eludirla ni borrarla, puede dejar de existir... pero si te paras a observar tu sombra ante la luz verás que no sólo hay una, sino varias. 

El cortador de cebollas

Día tras días cogía una cebolla y comenzaba a cortarla con el cuchillo. Y las lágrimas caían como un flujo constante.

En uno de esos días, alguien que paseaba por el camino, le preguntó:
- ¿Por qué siempre cortas cebollas?
Entonces, él respondió:
- Porque me gusta el sonido que produce el cuchillo contra la cebolla, cómo las asesina con esa dulzura... Me genera una sensación tan indescriptible que no puedo dejar de llorar.


miércoles, 11 de abril de 2012

¿Acaso los miedos se ven incrementados con los años, o los años se encargan de restarles intensidad y tamaño?

domingo, 8 de abril de 2012

No son

Quisiera tenerte
y, a la vez, no tenerte
pero no como puedas creer.
Quisiera que no hubiera
necesidad de querer
ni de tener
porque en realidad no son
ni por separado, ni a la vez.

Pobre...

¡Ay de ti, pobre diablo!

Toda tu existencia arrastrando la pesada carga de las palabras, quedándote en la tierra de la imaginación mental, intentando rebasar los obstáculos de una vida sin duda demasiado racional. ¡Si lo más racional es perder nuestros cerebros!  ¡Contemplar lo incontemplable! ¡Admirar lo inalcanzable! ¡Penetrar en lo alcanzable! Bajo el más puro -y esto sí que es pureza absoluta- silencio, sin ruidos de argumentos que se caerán tarde o temprano, sin sonidos incomprensibles de palabras que mueren al ser expulsadas. 
¡Pensar es un terrible riesgo! Así quemas la belleza, así quemas el amor, así quemas lo imposible. Pero tú eres la consecuencia de tus actos -y de tus no actos-, tú eres el que se encarga de dirigir los impulsos desde la fortaleza.  ¿Y si no hay algún impulso que se vea mermado por el mismísimo infierno de nuestra cabeza?  Entonces... sabrás que debes ir a purificarte muy, muy lejos, completamente solo. Nada de nadie, nada ni siquiera sobre ti mismo. Olvida que alguna vez hubo un Yo, porque no lo hubo. No puedes repetir lo que sucedió porque nunca sucedió, tan sólo son espejismos humanos...

Y cuando vuelvas. Intenta pronunciar una sílaba... si no lo puedes hacer, si puedes arrojarte de ti mismo y ofrecerle tu mirada al mar, entonces podrás hundirte, por fin, en la eternidad.

Fragmento 'El retrato de Dorian Gray' - O. Wilde

" Los únicos artistas encantadores que conozco son malos artistas. Los buenos sólo existen en lo que hacen y, en consecuencia, carecen por completo de interés como personas. Un gran poeta, un poeta verdaderamente grande, es la menos poética de todas las criaturas. Pero los poetas de poca monta son absolutamente fascinantes. Cuanto peores son sus rimas, más pintoresco es su aspecto. El simple hecho de haber publicado un libro de sonetos de segunda categoría hace a un hombre absolutamente irresistible. Vive la poesía que es incapaz de escribir. Los otros escriben la poesía que no se atreven a poner por obra. "

miércoles, 4 de abril de 2012

Tremor

Se recostaba sobre su sillón mientras hacía girar sobre sí mismo su propio cuerpo, su propio peso. Vaya. Si ya el sol empezaba a huir del cielo, otra vez más... Ayer y anteayer sucedió lo mismo. Con, tal vez, una lentitud  menor. Y los Do Mayor y los La se sucedían como en una rueda infinita. ¿Qué hacía ahí, dando vueltas del sillón a la cama, de la cama al sillón? Apenas podía mover las piernas. ¿Cómo podría si hacía diez eternidades que había perdido la noción de sí? Temblaba a veces espasmódicamente cuando un La sonaba más bajo de lo usual o cuando un ruido interior le estrujaba las entrañas.  ¡Qué! ¡Qué! Pero no podía hacer otra cosa que volver a recostarse. En el cuarto había mugre y el panorama se asemejaba cada vez más a un desierto, sin apenas muebles, exceptuando aquellos generadores del idilio desenfrenado del silencio. Oh. Noche. Y la rueda que no dejaba de agitarse. Las paredes retumbaban bajo la mirada del terremoto, las paredes también se iban a dormir. La luna lo decía cada vez que se escondía tras la nube gris de borrasca, dando paso a la oscuridad del infierno. ¡Dormid! Y así acontecía cada vez que el sol se escabullía del diáfano azul,  mientras el ser seguía sobre su sillón rodando sobre sí bajo el averno de temblores...

.

Bombardéame con dardos lentos, clávame los cuchillos, haz que la lluvia de agujas caiga sobre mí, destruye la fortaleza que he erigido.
Y no te olvides del olvido.

La ausencia

La ausencia se apodera del cuerpo como una niebla inmensa sobre los párpados. Y-se-desliza. Tiemblan las entrañas cuando se deleitan con el viento húmedo de primavera, las nubes revolotean, el aliento se deshace en tragedias de olvido. El recuerdo atraviesa fugazmente la mente y se pierde con el aire que tan intensamente sacude al ser. ¿Retornará a las cavernas de infinita oscuridad? Acaso el peso le arrancase aquello que creyó suyo por unos segundos...