domingo, 29 de abril de 2012

Miradas translúcidas

- Hemos llegado al jardín, he aquí el espacio del que tanto tiempo les he hablado. -Dijo mientras gesticulaba con sus manos. El verdor inundaba aquel lugar inconmensurable, repleto de flores como suspiros y árboles de los que colgaban resplandecientes frutos.
- ¡Maravilloso! - Respondió el gentío casi al unísono.
- Así es lo que ustedes contemplan, pero... ¿acaso pueden ver cómo el gris ha marchitado esta flor que ahora sostengo entre mis dedos?

2 comentarios:

  1. Me gusta. No sé por qué me ha sorprendido esa pregunta final. Y me ha venido a la mente Raymond Roussell en su Locus Solus.

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  2. Muy interesante referencia. Sin duda, un comentario enriquecedor. Gracias.

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