martes, 1 de mayo de 2012

Hacia lo

Cuánta pasión desperdiciada por lo grotesco. Podría pintar cuadros de vómitos con un cromatismo envidiable. ¡Y con trazos de sangre! Es increíble cómo voy adquiriendo una adoración irracional hacia la fealdad más absoluta, hacia la anti-belleza artificial. Además podrían añadírsele larvas y animales disecados abusando del pincel y de las manos, manchando todo el suelo con los desperdicios y también el rostro. 

¡Qué maravilla!

2 comentarios:

  1. Me es conocida esa búsqueda de lo grotesco; comienza cuando te dan un portazo en las narices y te quedas como un gilipoyas sin saber que hacer; enloqueces, permites que el alma animal tome el control y te dejas caer para seguir respirando un día más.

    ResponderEliminar
  2. En mi opinión, si el alma animal actúa te estás dejando llevar por ti mismo, quizá no enloqueces del todo, sólo dejas salir lo que ha de salir.

    ResponderEliminar