lunes, 29 de abril de 2013

Yo creía que eras profundo. Que tus pensamientos florecieron del más hondo dolor. Que albergabas silencios que serías incapaz de confesar. Creía que temblarías ante los sentimientos que reflejaba todo aquello que te rodeaba... Pero toda mi maraña de suposiciones sobre ti se derrumbó completamente. Simplemente hay en quienes no nace esta otra dimensión, la persistente incógnita ante cada hecho cotidiano, la simple fantasía que provoca la presencia de otro ser... A veces uno tarda en darse cuenta de que el color sólo es una distorsión de la mente... de mi mente...

1 comentario:

  1. Dice Pessoa-Caeiro: "no es la mariposa la que tiene color en las alas, es el color quien tiene color en las alas de la mariposa". El color como una entidad en sí que se posa sobre las cosas. Ahora tú dices: "no es la mariposa quien tiene color en las alas, soy yo quien pongo color en las alas de la mariposa". No deberíamos exigirle a los otros que fueran como nosotros habíamos supuesto que eran. Y cuando digo que no deberíamos exigirles digo que no deberíamos rechazarles por una culpa que no es suya, sino nuestra. Todos queremos que se nos vea cómo somos -como creemos que somos-, ¿pero, seremos eso tampoco? (sé que está rara la frase pero me hace gracia cómo ha quedado) Saludos.

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