«¿Qué sentido tiene hacerlo si nadie está mirando? Todos
queremos ser famosos, que nos miren, que nos vean, congelados,
preservados en los medios, porque hemos acabado por confiar más en lo
que se ve que en lo que se vive. De alguna manera le hemos dado la
vuelta a todo y las imágenes nos parecen mucho más reales que las
experiencias que vivimos. Para saber que realmente existimos, que le
importamos a alguien, tenemos que ver imágenes nuestras,
fantasmagóricas, conservadas en las fotografías, en la televisión, en las pantallas.
Y cuando nos vamos de vacaciones, ¿qué vemos? Cientos de turistas con
cámaras inscrustadas en sus rostros, como si trataran de absorber el
mundo real para convertirlo en un mundo de imágenes bidimensionales,
pasando su "tiempo libre" mirando por el agujerito del lente de la
cámara. Convertir todo lo que uno puede sentir con los cinco sentidos en
información registrada para ser observada, sin su entorno, en la
distancia, nos da la sensación de tener control sobre nuestras vidas:
siempre se puede rebobinar y volver a verlas, infinidad de veces, hasta
que todo adquiera ese toque ridículo. Pero, ¿qué tipo de vida es ésa?
¿Qué sentido tiene mirar si nadie lo está haciendo?»
Extracto de Días de Guerrra, Noches de Amor.
Había escrito un comentario magnífico, casi un ensayo filosófico. Pero se perdió. Quede solo el recuerdo y mis saludos.
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