martes, 29 de enero de 2013

No hay nadie en una casa vacía

No estuve cuando sucedió. Pero fue así, de repente. La sentencia ya estaba definitivamente escrita, moviéndose con el paso del tiempo hacia el cielo, procurando ascender para que yo no pudiera contemplarla jamás. Aunque algo sucedió, porque ahora estoy contemplándola y no puedo escapar a ese susurro. Desaparece. No puedo hacerlo, no puedo intentar... irme. ¿Irme? Alejar los pensamientos de la tierra y todo lo que se aferra a ella. Por un momento... ¿desaparecer? ¿Puedo?... ¿Como ellos?

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