jueves, 24 de enero de 2013

Un recuerdo apagado



Soñé, soñamos, fluimos
entre las murallas desorbitadas
con el vaho nocturno
y entre cortinas se desvanecerán
apagadas
las ocurrencias de mi absurdo.
Mi saliva queda
inutilizada,
la hecatombe cavila,
suave susurro del mudo,
mis gotas ateridas.
Y puede rezongar el tumulto
silencio diurno
en la opaca pasión perdida.
El repiqueteo oculto
de las manos temblorosas que gritan..
permanezca el hálito y murmullo,
inerte cual irisado esqueleto de día,
resonando como un eco sobre mi cuerpo
perpetuo.
                                                                             [Bacchante - Witold Pruszkowski (1855)]

Este cuadro me hizo recordar este poema.
Los tiempos de sueños aun duermen, pero volverán hacia mí quién sabe cuándo...

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