Soñé, soñamos, fluimos
entre las murallas desorbitadas
con el vaho nocturno
y entre cortinas se desvanecerán
apagadas
las ocurrencias de mi absurdo.
Mi saliva queda
inutilizada,
la hecatombe cavila,
suave susurro del mudo,
mis gotas ateridas.
Y puede rezongar el tumulto
silencio diurno
en la opaca pasión perdida.
El repiqueteo oculto
de las manos temblorosas que gritan..
permanezca el hálito y murmullo,
inerte cual irisado esqueleto de día,
resonando como un eco sobre mi cuerpo
perpetuo.
[Bacchante - Witold Pruszkowski (1855)]
Este cuadro me hizo recordar este poema.
Los tiempos de sueños aun duermen, pero volverán hacia mí quién sabe cuándo...
Los tiempos de sueños aun duermen, pero volverán hacia mí quién sabe cuándo...
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