lunes, 5 de octubre de 2009

Espontáneo

El fulgor del chirrido se acentúa a medida que transcurren los segundos. Pareciera que borbotean delirios de sus tembleques, apegados a graves y agudos. Sí, música de nuevo. Teletransporte a la gloria de nuevo, mi memoria del alma regresa y es que todo tiene sus raíces por más que me empeñe en alcanzar el sol por encima de sus translúcidas hojas. Y en quemarme, sin previas razones. Por mucho que me caiga, me levanto de nuevo, me quieren, les quiero. Y es que no hay más. Soy una humana simple, como todos. Tengo miedo, y él osa a desaparecer, o cree eso. Já. No me preocupo por él. Sigue ahí latente a la espera para devorarme, me quiero, me quieren. No hay más. No puede conmigo, ni yo con él. Fiel amante, permanece a mi lado por siempre, pero no me recorres, el sol sale y sale otra vez más. Voy a hablar, no pienso callar. No. No me pienso reprimir. Tengo valor, observo envidia, malignos humores, malditos humanos. Necesito salir, no importa con quién. Y música, a mi vera, eterna.

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