miércoles, 5 de enero de 2011

Bue¡no


Decían que significaban algo unos ojos,
unos gestos, un acopio de rasgos, de todo
aquel color de enamorados.
Decían que mi alma tenía que ser tu alma:
ambos en el abismo de la ausencia de palabras.
Rezándole a la inexistencia divina un segundo más
para permanecer atados a los hilos de nuestras miradas.
Que se saldrían nuestros corazones del pecho
y... volveríamos a diluirnos en la pasión del silencio.
Decían que uno tenía que sentir al otro en todo momento,
pensar, segundo tras segundo, en estar bajo su mismo techo,
por mucho que fuese de aire, de madera, pesado o ligero.
Ahora yo decía, digo, pese a todo lo desconocido: puedo...
derramar lágrimas de desconcierto,,
("y.. ¿podré pedirte, algún día, un 'te quiero'?
Nos fundiremos en la espera del amor.. 
¿puramente?.. sincero.")


No hay comentarios:

Publicar un comentario