sábado, 25 de abril de 2009

Si puedo...

Noche estrellada de divagaciones interiores que asedian el escurridizo recuerdo del arrepentemiento, alzando la vista para interpretar lo que ahí delante tengo. Mas no obtengo un cristalino veredicto, acaso la certeza de lo que me condena puede invertirse en otro comienzo.
Almohadas y mantas de coraza me sirven para desvincularme de las incesantes balas que aderezan las mañanas en las que despierto. Que me aullan con susurros la chispeante aflicción que con la leve aura de mis pisadas arrastro. Desprovisiones de términos son ineludibles para las reverberaciones de raciocinios que acometen las retinas. Mas no temas, no habrá discrepancia, porque la nada jamás se disipó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario